Unas bacterias con resistencia a la radiación ultravioleta, a la variación de temperatura, concentración de metales pesados, salinidad y alcalinidad fueron descubiertas en remotas lagunas del norte argentino, a 4.600 metros de altura, en la provincia de Catamarca.
Se abre una enorme perspectiva para su aplicación en la industria cosmética o farmacéutica, "como, por ejemplo, en protectores solares, antioxidantes o compuestos anticancerígenos" según explicó a la agencia dpa la científica María Eugenia Farías, impulsora de la investigación.
Los resultados, hasta ahora, demostraron una coincidencia entre el nivel de radiación del ambiente original de cada bacteria y su capacidad de supervivencia, acumulación de daño a ADN y capacidad de reparación de este daño, explicó.
"Cuanto más irradiado el ambiente, mayor resistencia se encuentra. Está relación que a priori parece obvia no se da frecuentemente y es la primera vez que se encuentra en un sistema de condiciones tan extremas", dijo Farías.
Agregó que "estas bacterias podrían dar una idea cómo puede ser la vida en otros planetas con ambientes mas extremos, por ejemplo, Marte, adonde la humanidad piensa empezar a desarrollarse allí, en unos quince años".
Contó que la agencia espacial estadounidense NASA está haciendo experimentos en el desierto de Atacama, en Chile, para estudiar cómo sobreviven los organismos en condiciones extremas, pero el de Argentina "es el primer antecedente a 4.600 metros de altura".
Y aclaró: "Somos los primeros que estudiamos reacción ultravioleta en bacterias. No hay muchos antecedentes en el mundo y algo, muy poco, con algas. Hay un grupo en Austria que estudia en Los Alpes, pero poco con bacterias, en general algas, y a 3.000 metros sobre el nivel del mar. A 4.600 metros no hay nada", enfatizó.
Según Farías, "en estos ambientes extremos sólo encontramos bacterias y muchas de éstas son archeobacterias características de ambientes extremos como los que presentaba la Tierra en el origen de la vida".
También se encontraron muchas actinobacterias que son en general bacterias ambientales con gran resistencia a factores extremos y por lo tanto tienen un gran interés biotecnológico.
El trabajo realizado por la investigadora reveló que el sistema de Humedales de Altura de los Andes (que incluye a las provincias de Jujuy y Catamarca), con lagunas saladas de una profundidad media de 90 centímetros, ubicadas entre 3.600 y 4.600 metros de altura, son modelos ideales para el estudio de ecosistemas microbianos de características extremas.
La radiación ultravioleta (UV-B), de 280 a 320 nanómetros (medida de longitud que equivale a la milmillonésima parte del metro) afecta principalmente a moléculas como proteínas y pigmentos, interfiriendo en importantes procesos celulares como la incorporación de nutrientes, la movilidad, fotosíntesis y las mutaciones del ADN, incidiendo en el crecimiento y reproducción de los organismos.
La UV-B "es la más dañina de todas, la que nos produce daño, provoca las mutaciones y es de la que hay que cuidarse cuando uno usa protección solar. Por eso la estudiamos, cómo afecta a las bacterias" amplió la científica argentina. Estas investigaciones ha contado con el apoyo de la Fundación Antorchas, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Fundación BBVA de España y el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD).