Son las encargadas de cuidar, preservar y embellecer la piel, asisten a médicos y dermatólogos en su trabajo y ya suman más de 35 mil profesionales en el país. Sin embargo, su actividad no está reglamentada. Por eso, un proyecto de ley presentado en Diputados busca dar un marco normativo a la formación y el ejercicio de la cosmetología y la cosmiatría, dos profesiones con alta demanda y que requieren una adecuada capacitación, como lo demuestra la reciente apertura de la Tecnicatura en Cosmetología Facial y Corporal en la Facultad de Medicina de la UBA (ver recuadro).
El proyecto fue presentado por la diputada Mónica Contrera (FpV, Chubut) y se encuentra en la Comisión de Salud. Tiene como objetivo que se incorpore al listado de actividades de colaboración de la medicina y la odontología (artículo 42 de la Ley Nº 17.132) el trabajo que ejercen cosmetólogas y cosmiatras. “Son 35 mil mujeres que están buscando un marco regulatorio de su actividad y ser reconocidas como colaboradoras de los médicos, como hoy es reconocido y está contenido en la Ley de Salud el trabajo de un pedicuro”, sostuvo Contrera.
La iniciativa busca además que sean requisitos para ejercer la actividad un título habilitante y la obtención de una matrícula otorgada por el Ministerio de Salud de la Nación. En el último tiempo, ante la alta demanda de tratamientos estéticos proliferaron centros y gabinetes de belleza que no cuentan con profesionales debidamente capacitados y, de esta forma, se multiplicaron denuncias y juicios por mala praxis.
“Hay muchos gabinetes-escuelas que capacitan en cosmetología y estética corporal, y otorgan títulos en tres o cinco meses. Son gente que en una expo entra a comprar aparatos, como puede ser un láser o un equipo de radiofrecuencia, que no pueden ser manipulados por cosmetólogos ni cosmiatras sino sólo por un profesional médico. Pero como no hay una ley que regule la actividad ni una matriculación profesional, ocurre esto y surgen prácticas espurias”, explicó a PERFIL Isabel Sanacore, presidenta de la Federación Argentina de Cosmetología y Estética, entidad que nuclea a diferentes asociaciones del país.
La especialista explicó que, por definición, un cosmetólogo es quien trata desde lo estético y superficial la piel sana de las personas. En cambio, un cosmiatra es el técnico auxiliar del dermatólogo, como el kinesiólogo lo es al traumatólogo.
“Desde la Federación queremos jerarquizar la profesión y esperamos que este proyecto pueda ser aprobado en Diputados y convertido en ley próximamente”, concluyó Sanacore.
Una nueva tecnicatura en la UBA
La Facultad de Medicina de la UBA anunció el mes pasado la apertura de una nueva carrera, la Tecnicatura en Cosmetología Facial y Corporal. Esta tiene una formación de 2.003 horas con materias tanto teóricas como prácticas. “Se ha despertado mucho interés en la tecnicatura, ya que es la única pública y gratuita y que se dicta en la UBA”, sostuvo la dermatóloga Graciela Ferraro, directora de la nueva carrera. “Las cosmetólogas ven en su totalidad el cuerpo de una persona y su piel, y deben conocer sus alteraciones para no hacer iatrogenias, es decir, ver lesiones y no reconocerlas. Entran no sólo lesiones infecciosas o virales, sino también tumorales. Como todo agente de salud, deben tener una formación de excelencia y, por ende, matrícula del Ministerio de Salud de la Nación”, afirmó la especialista. La carrera ya se dicta en algunas universidades privadas como la Universidad del Salvador, la Universidad de Morón, la Universidad Maimónides y la Universidad John F. Kennedy.