Un golpe de suerte. Así calificaron los mismos investigadores alemanes del
hospital La Charité, de Berlín, al caso de un
paciente que se curó de sida tras recibir un trasplante de médula en ese centro
médico. El hombre, de 42 años, era VIH positivo y además padecía leucemia, por lo que los
médicos decidieron someterlo a un trasplante de médula.
Pero el hematólogo Gero Hütter tuvo la precaución de buscar entre los donantes a una persona
que poseyera una mutación genética que la transforma en inmune al VIH. Lo logró y el resultado es
que el paciente
lleva casi dos años sin anticuerpos del VIH en su sangre. Especialistas argentinos
dijeron que el anuncio puede generar falsas expectativas y que aún no es una opción terapéutica.
Sorpresa. Al paciente, un estadounidense de 42 años que vive en Berlín, se le
diagnosticó VIH hace más de diez años y llevaba tres años de tratamiento contra la leucemia cuando
los médicos decidieron someterlo a un trasplante de médula. Y en ese momento, el hematólogo Gero
Hütter tuvo una genial idea. De entre los 80 donantes compatibles con el paciente que vivían en
Alemania, eligió la muestra 61 que pertenecía a un individuo con una
mutación genética que lo hace inmune a casi todas las cepas del virus.
Esta mutación natural es conocida como Delta 32. Quienes la poseen carecen de CCR5, una
molécula que actúa como una puerta de entrada y deja al VIH libre para que infecte a las células.
Las personas que presentan esta mutación –solamente el 1% de la población europea– son
resistentes a la infección. “Elegimos ese donante con la esperanza de que con el trasplante
de sus células medulares pudiéramos, al mismo tiempo, eliminar la infección de VIH”, le dijo
Hütter a la prensa.
Luego del trasplante de médula, los médicos le aconsejaron que suspendiera el tratamiento con
antirretrovirales porque temían que éstos pudieran dañar las nuevas células. Planeaban continuar la
terapia en cuanto el VIH reapareciera otra vez en su sangre. Sin embargo, hasta hoy, a 600 días del
trasplante, los especialistas no han podido encontrar ningún rastro de VIH en el paciente.
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