* La ley de fecundación asistida italiana es considerada la más restrictiva de Europa. Al reconocer al embrión como persona se prohíbe su congelamiento y se obliga a las mujeres a implantarse en el útero no más de tres embriones a la vez. El diagnóstico genético preimplantatorio está prohibido.
* En mayo de 2006, España dio luz verde a la reproducción humana asistida. Esta autoriza el DGP para los padres que quieren tener otro hijo que además de nacer sano pueda curar a su hermano enfermo. Cada caso deberá ser analizado por la Comisión de Reproducción Humana Asistida. La ministra de Salud aseguró que la autorización “se limitará a casos excepcionales”. Además, amplía la posibilidad de investigar con embriones y permite que los sobrantes puedan “destruirse o donarse” para la investigación.
* Suecia y Reino Unido ostentan la legislación más avanzada de Europa en materia reproductiva. En este último país, la autoridad de fertilización humana y embrología determinó que, para usar la selección genética en busca de un donante perfecto, se exige que antes se agoten otras probabilidades de tratamiento y tejidos para el chico afectado, que su vida esté severamente amenazada y que se les brinde a toda la familia el apoyo interdisciplinario que fuera necesario.
* Uno de los pioneros en este tipo de diagnóstico en todo el mundo es el Instituto de Genética Reproductiva de Chicago, en Estados Unidos. Ya en 2001 el jefe del comité de ética de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva determinó que es aceptable que una pareja elija el sexo de su hijo “siempre que la pareja esté bien informada para despejar expectativas irreales sobre el comportamiento del chico del género elegido”.