CIENCIA
reconocimiento a la excelencia

Cuatro argentinos entran a la Academia de Ciencias de EE.UU.

Se formaron en la UBA y luego emigraron. Galería de fotos

Jorge Dubcovsky, Eduardo Fradkin, Juan Maldacena y Eduardo De Robertis.
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Cuatro investigadores argentinos fueron incorporados como nuevos miembros de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, una de las instituciones más prestigiosas del mundo y que este año conmemora su 150º aniversario. Ellos son: los físicos Juan Martín Maldacena y Eduardo Fradkin, el biólogo Jorge Dubcovsky y el bioquímico Eduardo De Robertis. Estos científicos fueron escogidos por su pares en reconocimiento “a sus distinguidos y continuos logros en investigaciones originales”. Se trata de la primera vez que se eligen cuatro científicos que se formaron en la Argentina y luego emigraron a EE.UU. como miembros activos de la Academia. Con anterioridad, la institución había incorporado a otros seis investigadores del país como asociados extranjeros: Armando Parodi, Francisco de la Cruz, Alberto Frasch, Sandra Díaz, Víctor Ramos y Alberto Kornblihtt. 

“Me llamaron por teléfono a las seis de la mañana para informarme del nombramiento. Para mí es un honor formar parte de la Academia”, contó Juan Maldacena por mail a PERFIL desde Princeton, donde trabaja como profesor en el Instituto de Estudios Avanzados. Maldacena es uno de los científicos más reconocidos en el mundo por su contribución al progreso de la física a partir de la teoría de las cuerdas, según la cual las partículas no son pensadas como puntos sino como cuerdas muy pequeñas que oscilan de forma diferente. El científico nació en Buenos Aires en 1968 y tras cursar la secundaria en el Liceo Militar General San Martín inició sus estudios superiores en la UBA. Luego continuó en el Instituto Balseiro de Bariloche, donde obtuvo su licenciatura en Física. El año pasado, recibió el premio Yuri Milner, dotado de US$ 3 millones.

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Otro de los físicos premiados fue el argentino Eduardo Fradkin, profesor del Departamento de Física de la Universidad de Illinois, en EE.UU. Fradkin se recibió de licenciado en Física en la UBA en 1973 y más tarde hizo su doctorado en la Universidad de Stanford, en California. Sus aportes principales corresponden al campo de la física de la materia condensada. “En este momento mi trabajo se concentra en dos problemas centrales: la teoría de los estados topológicos de la materia y la teoría de los superconductores de alta temperatura”, le resumió a PERFIL. Para el físico teórico, el premio es un gran reconocimiento por parte de la comunidad científica: “El hecho que cuatro científicos argentinos, todos formados en la universidad pública fuéramos elegidos es testimonio de la calidad de la educación que recibimos”.

Además de Maldacena y Fradkin, la Academia también eligió como miembro al genetista Jorge Dubcovsky, profesor del Departamento de Ciencias Vegetales de la Universidad de California. “El premio es un reconocimiento importante al trabajo de muchos años. Me abre puertas para influir en consultas que el gobierno de EE.UU. hace a los científicos sobre agricultura e inversión en ciencia”, le dijo a PERFIL. El científico realizó una valiosa contribución al mejoramiento genético del trigo, basado en el uso de herramientas tecnológicas de ultima generación. “Mi laboratorio se dedica a identificar los genes que regulan la floración del trigo y la madurez del grano”, contó. Dubcovsky estudió en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, donde obtuvo su título de licenciado en Ciencias Biológicas en 1984. En la década del 90 emigró a EE.UU. Sin embargo, mantiene un estrecho vínculo con la Argentina, ya que colabora con el INTA en el programa de trigo en Marcos Juárez, Córdoba, y tiene a su cargo cuatro estudiantes de doctorado.

El último investigador premiado es un argentino “por adopción”. Eduardo De Robertis (h) nació en Boston, EE.UU., mientras su padre –el reconocido médico y biólogo argentino del mismo nombre– estudiada en el MIT. Luego, se recibió de médico en Uruguay e hizo su doctorado en química en el Instituto Leloir, de Buenos Aires. De Robertis trabaja en la Universidad de California ejerciendo la docencia en el Departamento de Química Biológica. “Junto a mi equipo logramos aislar una serie de genes que controlan cómo las células se comunican durante el desarrollo del embrión temprano”, explicó. La Academia eligió este año a 84 nuevos investigadores, que suman un total de 2.179 miembros. Entre ellos hay más de 200 Premio Nobel.  El nombramiento es “uno de los honores más grandes que un científico puede recibir”.