“No a la extinción de la ciencia argentina” decía la bandera colgada en la puerta principal del Museo Argentino de Ciencias Naturales, donde se reunieron un centenar de directores de institutos del Conicet e investigadores para denunciar el “el severo ajuste presupuestario” que vive el sector y reclamar “un plan de emergencia”.
La jornada comenzó con un “Cabildo abierto en defensa de la ciencia” en la ciudad de Buenos Aires pero también en otras 24 localidades del interior- convocada por el Plenario Nacional de Directoras y Directores de Institutos del Conicet y terminó con una masiva movilización al Polo Científico Tecnológico del barrio porteño de Palermo.
El físico Juan Pablo Paz denunció la marcada reducción de la inversión estatal en ciencia y técnica. “La finalidad ciencia y técnica del presupuesto nacional, que incluye el Conicet y otros organismos públicos, paso del 0,35% del PBI en 2015 al 0,25% del PBI en 2018. Si el Gobierno hubiera querido mantener el mismo nivel de inversión estatal en el año 2015, deberían haber sumado al presupuesto 18.000 millones de pesos en 2018”, explicó.
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Acerca del anuncio realizado ayer por la Secretaria de Gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva sobre un aumento de 1.000 millones de pesos del presupuesto destinado a ciencia, los investigadores lo calificaron como “vago” y “engañoso”. “De esos 1.000 millones, 500 millones son los que ya formaban parte del presupuesto aprobado en el Congreso y que no habían sido pagados al Conicet. Desafiamos a las autoridades del sector a un debate público sobre los números del presupuesto”, sostuvo Paz.
“El anuncio que se hizo ayer es tan vago que es difícil dimensionar el impacto. Si fueran 1.000 millones por fuera de los que está en el presupuesto, sería un impacto bajo. Si, además, son 500 millones que ya están y el resto está metido en obligaciones a cargo del Tesoro Nacional es la nada misma”, explicó por su parte Jorge Aliaga. Y puso como ejemplo lo ocurrido en agosto del año pasado, cuando tras un reclamo de científicos el Gobierno anunció 550 millones de pesos adicionales. “A los diez días, cuando salió la resolución administrativa no fueron 550 millones sino 420 millones y una parte se lo sacaron al Ministerio de Ciencia y la otra a la Conae. Cuando uno mira para qué se usaron esos fondos, no fue para funcionamiento sino para pagar sueldos”.
Otra de las promesas de la Secretaria fue incrementar en 300 millones los fondos para la compra de equipos, en base al último llamado de convocatoria del Programa de Mejora de Equipamiento. Según Paz, el poder de compra de los subsidios otorgados través de la Agencia Nacional de Promoción de Ciencia y Tecnología “está pulverizado”: “No solo eso, sino que la Agencia incumple con el pago de los compromisos asumidos financiados con presupuesto del Estado y con préstamos internacionales en dólares. Es penoso y lamentable ver a funcionarios públicos del área de Ciencia y Técnica mintiendo”.
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Además de exponer la actual crisis del sector, investigadores compartieron una serie de propuestas para la ciudadanía y las fuerzas políticas nacionales e hicieron un llamamiento a establecer un acuerdo programático en defensa de la ciencia argentina bajo el lema “Sin ciencia no hay futuro”. “Queremos que la política científica forme parte de la agenda de debate en vistas a las elecciones presidenciales de este año. La política científica es parte de la política y debe ser discutido. Convocamos a las fuerzas políticas a que se pronuncien con objetivos a mediano y largo plazo en ciencia y tecnología. Y le solicitamos a que se comprometan a implementar un plan de emergencia para salvar la ciencia argentina”, sostuvo Paz.
Entre las medidas, científicos pidieron la inmediata restitución del ministerio de ciencia y tecnología, la declaración del estado de emergencia presupuestaria del sector y la aprobación de una ley de financiamiento de la ciencia y la tecnología. Del Cabildo abierto y la conferencia de prensa participaron destacados científicos, como Ana Franchi, Andrea Gamarnik, Gabriel Rabinovich, Marcelo Rubinstein, Alejandro Schinder, Dora Barrancos y Roberto Rivarola. También Mario Pecheny y Alberto Kornblihtt, elegidos en 2018 para integrar el directorio del Conicet y cuya designación el Gobierno prometió saldrá esta semana. Otra de las presentes fue la investigadora Marina Simian, quien llevó al prime time de la TV la crisis de la ciencia al concurrir a un concurso televisivo para ganar dinero con el fin de comprar insumos “y poder seguir haciendo ciencia”.
CP
