En el invierno que comienza, quienes habiten la región pampeana y el noreste de la Argentina deberán disfrutar de los pocos días de sol que quedan, ya que, según el pronóstico de consenso que elabora el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) junto a otras instituciones, es probable que las lluvias sean superiores al promedio en esas regiones. En la Ciudad de Buenos Aires, en la de Corrientes y en Resistencia (Chaco), las lluvias podrán sobrepasar el promedio de siete días con precipitación por mes; en Rosario (Santa Fe), Paraná (Entre Ríos) y Bahía Blanca (Buenos Aires), los cinco; en Posadas (Misiones), los nueve, y en Santa Rosa (La Pampa), los cuatro.
Desde el SMN informaron que no se descarta la ocurrencia de algunos eventos de lluvia localmente más intensa que lo normal sobre el centro y el norte del país. “Dadas la condiciones previstas por el pronóstico trimestral y la época del año, es probable que haya algunas tormentas intensas, por eso aconsejamos estar atentos al pronóstico del tiempo”, explicó Hernán Veiga, del Departamento de Climatología del SMN.
La probabilidad de tener un invierno generoso en precipitaciones no sorprenderá a los porteños, que este año han vivido uno de los semestres más lluviosos desde los registros de 1906. La cantidad de agua caída está por alcanzar el récord histórico de 1959 de 1.059,3 milímetros, ya que hasta el momento cayeron 1.031,7 milímetros y aún junio no ha terminado.
Aunque el noroeste se encuentra en estación seca, según el pronóstico de Sandra Barreira, del Departamento de Meteorología del Servicio de Hidrografía Naval, que elabora sobre la base de los campos de hielo en la Antártida, la presión y la temperatura, las lluvias serán levemente superiores al promedio. “Las irrupciones de aire frío vendrán desde el sudoeste hacia el noreste siempre y cuando lo permita la anomalía de alta presión que tenemos instalada en el océano Atlántico Sur-Sudamérica-Océano Pacífico Sur”, describió Barreira. De acuerdo con sus observaciones, esta misma anomalía es la que hace que entren masas de aire húmedo del Atlántico hacia el continente a través de Brasil, que provocaron lluvias costeras en ese país, en el oeste del Amazonas y en la zona cordillerana, e inundaciones en el noreste de Argentina.
En cuanto a la temperatura, la tendencia climática para lo que queda de junio y para julio y agosto indica que se mantendrá dentro de lo normal en buena parte del país, a excepción del noroeste, Cuyo, Tierra del Fuego, Santa Cruz y sur de Chubut, donde se espera que sea mayor que el promedio habitual. “En la ciudad de Buenos Aires no se descartan olas de frío, especialmente en julio”, agregó Veiga.
En cuanto a El Niño, tanto las observaciones del SMN como las de Barreira indican que este fenómeno se mantendrá neutral hasta agosto. En caso de que se manifieste, podría generar en Buenos Aires y el litoral un aumento de lluvias y descenso de la temperatura en el verano.