CIENCIA
enfermedad coronaria

El sedentarismo extremo eleva el riesgo de muerte hasta 40%

Los especialistas señalan que pasar más de seis horas al día sentados daña la salud. Galería de fotos

Gym laboral. Las empresas ofrecen un break de gimnasia.
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La última encuesta sobre factores de riesgo del Ministerio de Salud de la Nación (2011) reveló que uno de cada dos argentinos es sedentario. Además, buena parte de los puestos laborales cotidianos implican estar sentado ante un escritorio o usando una computadora hasta un tercio del día. Esa situación tiene efectos negativos sobre la salud: cada vez más estudios médicos relacionan la falta de actividad física con enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, problemas de artrosis y hasta cáncer.

“Estadísticamente, sabemos que una persona –en una jornada promedio– pasa más de nueve horas diarias sentada, semi-recostada o acostada. Por otras siete horas, tiene actividad física de baja intensidad (caminar o estar parado) y, durante treinta minutos, hace ejercicios de intensidad moderada o alta”, resumió Néstor Lentini, especialista en Medicina del Deporte del Hospital Universitario Austral.

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Con esos números y las estadísticas de mortalidad, “se pudo establecer que, cuando una persona pasa más de seis horas al día sentada, su riesgo de morir –en los próximos 15 años– es hasta un 40% mayor en comparación con el de alguien que está sentado menos de tres horas diarias. Y esto se verifica independientemente de que la persona haga o no deporte”, aseguró el experto.

A tal punto se considera hoy al sedentarismo un problema de salud pública que, a mediados de 2013, el Ministerio de Salud de la Nación creó un Programa de Lucha contra el Sedentarismo.

Uno de los pioneros en investigar la hipótesis que muestra que permanecer sentados durante largos períodos es causante de desequilibrios metabólicos y biológicos que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares fue Marc Hamilton, investigador de la Universidad de Missouri, en EE.UU. Según este experto, cuyo tema central de trabajo es la fisiología de la inactividad, “ni siquiera hacer ejercicio periódicamente protege a una persona de enfermarse si pasa demasiado tiempo sentada cada día”.

Para el doctor Alberto Alves de Lima, director del Departamento de Docencia e Investigación del ICBA, el sedentarismo no sólo crea problemas posturales, sino que afecta al perfil metabólico. “Por ejemplo, está demostrado que, cuando se hace poca actividad, el colesterol se eleva. En cambio, cuando se hace ejercicio y aumenta la masa muscular, también mejora en forma directa el tono vascular y la actividad circulatoria”, le dijo a PERFIL.

Para quienes deben permanecer sentados muchas horas, Lentini recomendó hacer “pausas activas” en la oficina, que pueden incluir movimientos de las articulaciones generales o de la cabeza (ver recuadro). Otras sugerencias son: usar escritorios más altos para trabajar de pie frente a la computadora, dejar el coche estacionado lejos de la oficina para caminar más cuadras, bajarse antes o después del colectivo y usar las escaleras, pequeños hábitos que ayudan a que uno pase menos tiempo sentado.

En la oficina, pausas activas

Para evitar el sedentarismo y prevenir la aparición de enfermedades, cada vez más empresas ofrecen a sus empleados la oportunidad de hacer un break de gimnasia durante la jornada laboral. “En esas pausas, que pueden ser de 15 a 30 minutos, les proponemos a los empleados hacer actividades en el mismo espacio de trabajo. Se combinan yoga, pilates, estiramientos, ejercicios respiratorios y posturales con meditación y relajación”, le contó a PERFIL Isabel Hoffman, profesora de educación física, especializada en ergonomía y directora de Office-Gym, una compañía que ofrece en la ciudad de Buenos Aires programas de ejercicios para espacios laborales. Según los expertos, para ejercitarse todo suma, como aprovechar la silla de la oficina para levantarse y sentarse sin apoyar los brazos y, de esta forma realizar el esfuerzo con los músculos de las piernas.