Chen Shu-chu, una proveedora de vegetales taiwanesas, es una de las seis personas galardonadas con el premio Ramón Magsaysay, considerado el "Nobel de Asia", por haber donado unos siete millones de dólares taiwaneses (o 231.800 dólares estadounidenses) a diversas caridades para niños.
Chen, que sólo completó su educación hasta sexto grado y duerme en el piso, utilizó parte de sus ganancias para ayudar a construir bibliotecas y refugios para niños y personas afectadas por desastres naturales en su país. "El dinero sólo sirve su propósito cuando se usa para ayudar a los que lo necesitan, estoy feliz de poder ayudar a otra gente", aseguró.
Ahora la mujer fue reconocida por "su generosidad, que refleja una consistente, profunda y silenciosa compasión y transformó las vidas de los numerosos taiwaneses a los que ha ayudado", según afirmó la Fundación Ramón Magsaysay a la agencia Reuters.
Ramón del Fierro Magsaysay fue presidente de Filipinas desde 1953 hasta su muerte en un accidente aéreo en 1957. Era reconocido por su humildad, justicia e integridad. El año de su fallecimiento, el gobierno filipino, con ayuda de la Fundación Rockefeller, estableció el premio que lleva su nombre para reconocer a los asiáticos que logren avances en diversas áreas. Por eso se considera al galardón como "el Nobel de Asia".
Este año también recibieron el premio: el filipino Rómulo Davide, por ayudar a granjeros en la lucha contra las pestes; el indio Kulandei Francis, que encabeza un grupo de autoayuda en su aldea; Syeda Rizwana Hasan, una abogada ambientalista de Bangladesh; el agrónomo camboyano Yang Saing Koma, por ayudar a incrementar la producción de arroz; y Ambrosius Ruwindrijarto, de Indonesia, quien lucha contra la tala indiscriminada de árboles.
Cada uno de los ganadores del premio Ramón Magsaysay recibirá 50.000 dólares en una ceremonia que se celebrará a fines de agosto.