En su paso por la Argentina, Charles Bolden, el actual administrador de la NASA, firmó nuevos convenios de cooperación aeroespacial entre Argentina y Estados Unidos. Se trata de una alianza para que la agencia espacial estadounidense y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) investiguen de forma conjunta la heliofísica y el clima espacial. De la firma del acuerdo participaron el ministro de Planificación, Julio De Vido, el ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, el embajador de Estados Unidos ante la Argentina, Noah B. Mamet, y el director de la Conae, Conrado Varotto, entre otros.
Según el convenio, la Conae adquirirá y procesará en el Centro Espacial Teófilo Tabanera, en la provincia de Córdoba, datos obtenidos por las sondas satelitales de la misión Van Allen Probes, que luego enviará a la NASA. En contrapartida, esta última brindará a la Conae la totalidad de los datos científicos y de transmisión reunidos por las estaciones mundiales adheridas al proyecto. “El objetivo del mismo es comprender la influencia del Sol sobre la Tierra a través del estudio de los anillos de radiación que lo rodean, con el fin de prevenir los efectos dañinos de la radiación solar”, informaron desde el Ministerio de Planificación.
No es la primera vez que Argentina colabora con la NASA. En este sentido, se destacan cuatro proyectos satelitales conjuntos, en los que la Conae construyó los satélites sobre los que se montaron instrumentos de medición argentinos y estadounidenses, para ser lanzados por la NASA: el SAC-A (en 1998), el SAC-B (en 1996), el SAC-C (lanzado en 2000) y el SAC-D, un satélite de observación de la Conae comandado desde el Centro Espacial Teófilo Tabanera sobre el cual vuela a bordo el instrumento Aquarius de la agencia espacial de EE.UU.
Bolden destacó que la Argentina es un “socio increíble” para la NASA porque, por medio del satélite SAC-D, lanzado al espacio en 2011, fue posible conocer aspectos importantes de la salinidad de los océanos. “Nada muestra más el espíritu de cooperación entre la NASA y la Conae que proyectos como la misión SAC-D/Aquarius, el cual sirve para brindar información climática a partir de las mediciones de salinidad en mares y océanos, así como detectará focos de alta temperatura en la superficie terrestre para la obtención de mapas de riesgo de incendios y humedad del suelo para dar alertas tempranas de inundaciones”, afirmó el ex astronauta. “Vamos a seguir cooperando y colaborando con estos fines”, concluyó el primer afroamericano en llegar a dirigir la NASA.