Washington.- El descubrimiento en China de la osamenta de un humano moderno que vivió hace aproximadamente 40.000 años indica que la teoría de la dispersión del hombre moderno proveniente de Africa es más compleja de lo previsto por los paleoantropólogos, según un estudio divulgado en una revista científica estadounidense.
Los 34 fragmentos de huesos descubiertos en 2003 en la gruta de Tianyuan en Zhoukoudian, cerca de Pekín, tienen entre 42.000 y 38.500 años y representan el esqueleto humano más antiguo de Eurasia oriental hasta el día de hoy, según investigadores cuyos trabajos aparecen en los Anales de la Academia estadounidense de ciencias (PNAS) del 2 de abril.
La mayoría de las características morfológicas corresponden a las de humanos modernos, mientras que una minoría de rasgos se emparenta más con hombres más primitivos, precisó Hong Shang, del servicio de investigación paleoantropológica de la academia china de Ciencias y uno de los coautores del estudio.
Este descubrimiento muestra que no hubo una sola migración de homo-sapiens venidos de Africa oriental hacia Europa y Asia, entre 65.000 y 25.000 años atrás, donde habrían reemplazado a humanos autóctonos más primitivos, según estos científicos.
Además destacaron que osamentas ligeramente más jóvenes y con la misma mezcla de características morfológicas también fueron descubiertas en Eurasia oriental. Las osamentas de Tianyuan permiten pensar que hubo una propagación genética del homo-sapiens a partir del oeste y del sur.
Los investigadores revelan también que estas osamentas deberían ofrecer información preciosa sobre la biología de este espécimen y permitir reconstituir la transición entre los humanos primitivos y los humanos modernos en Eurasia oriental.
Fuente: AFP