El impacto que generó la noticia de la muerte del fiscal Alberto Nisman es el resultado de una suma de diversos aspectos. En primer lugar, un crimen casi para una historia policial perfecta. Segundo, la denuncia en una causa que involucra a la Presidenta. Tercero, toca temas muy sensibles en el mundo actual como terrorismo, guerra y muerte. Por último, el hecho está cargado de un fuerte contenido político, acentuado por el año electoral y porque pega de lleno en el Gobierno.
La muerte de Nisman generó un alto grado de conmoción en la sociedad. Paulatinamente, la gente fue involucrándose en la historia personal del fiscal y la de su familia, incluyendo a sus hijas. Además de conmover, el hecho acentúa la sensación de impunidad, impotencia y escepticismo propios de la Argentina, donde ya estamos acostumbrados a que nada se resuelve. Hay problemas con la Justicia, con los servicios de inteligencia, con el terrorismo y ninguno de ellos se aclara. Esto termina pareciendo un destino inexorable del país.
*Sociólogo.