Así, en marzo la máxima promedio fue de un grado menos que lo habitual; en abril la disminución fue de 2,3°; en mayo 3,3° y en junio y julio 1,2°, según los registros del SMN. “En abril y en mayo es común que en la Ciudad la temperatura alcance los 20 grados. Junio y julio son los meses más fríos del año pero al menos en uno o dos días se llega, algo que no ocurrió este año”, remarcó Fernández. Los últimos registros de días seguidos de temperaturas que no alcanzaron los 20° C corresponden a 1956, con 73 días, y a 1984, con 79.
Las lluvias también aportaron anomalías en la Ciudad durante julio, ya que el promedio normal de 60 milímetros fue superado por 182,6 milímetros. “Todo el este de la provincia de Buenos Aires tuvo gran cantidad de precipitaciones, que no fueron eventos extremos sino poca cantidad de lluvia durante varios días, lo que generó un acumulado importante”, explicó Fernández. A este récord porteño de lluvias se le suman los de la provincia de Buenos Aires: Punta Indio, con 220 milímetros, y La Plata, con 197, cuando lo normal para el mes es 64 y 21 respectivamente.
La causa del frío y de las lluvias es la presencia de un centro de altas presiones, también conocido como bloqueo atmosférico, que se encuentra ubicado sobre la Patagonia y en esa región genera buen tiempo y aumento de la temperatura. “La circulación de vientos en ese lugar es en sentido antihorario, por lo que a la provincia de Buenos Aires llegan los vientos del sur y del sudeste, que traen mucho frío y humedad. Esto es lo que está generando las bajas temperaturas, además de la nubosidad, que no permite que se caliente la superficie”, explicó la meteoróloga.
Tendencia. En agosto, septiembre y octubre, la temperatura seguirá siendo superior a lo normal en la Patagonia, sobre todo en el extremo sur, y con leve tendencia a superar el promedio en Cuyo y en el noroeste del país. En el norte y centro del país, este de Buenos Aires y sur del Litoral, la temperatura será de normal a inferior. En cuanto a las precipitaciones, serán de normales a inferiores en Cuyo, este de la provincia de Buenos Aires, el Litoral y la Patagonia, y con posibilidades de superar levemente la media en el norte y en la región pampeana.