La caída de cometas sobre la Tierra y Marte pudo contribuir en la formación de la atmósfera de estos planetas, según el análisis de polvo de uno de estos cuerpos astrales divulgado hoy por equipos franceses y estadounidenses.
El estudio de partículas del cometa "Wild2/p" traídas a la Tierra por la misión "Stardust" de la agencia espacial estadounidense a inicios de 2006 se focalizó en los extraños gases que contenían. Los resultados de este estudio son publicados esta semana por la revista Nature.
Según estos "primeros análisis de gases raros de cometas hasta ahora nunca realizados en laboratorio", éstos " presentan similitudes con aquellos capturados en la materia orgánica de los meteoritos primitivos", según el Centro nacional de investigación científica (CNRS), cuyo centro de investigación en Nancy (este de Francia) participó de la investigación.
" Estos datos prueban un vínculo genético posible entre estos objetos y un proceso de implantación por irradiación precoz por el Sol naciente. Vuelven creíble una contribución importante de los cometas a las atmósferas de los planetas internos", según el CNRS.
"Las grandes cantidades de gases raros capturados en la materia de Wild2/p encuentran equivalente solo en algunos polvos interplanetarios, sugiriendo que una fracción no desdeñable de estos polvos están efectivamente compuestos por restos finos de cometas", destacaron además los científicos.
"Estas cantidades alimentan también la posibilidad de que los cometas hayan podido aportar contribuciones significativas de elementos volátiles a la superficie de los planetas internos como la Tierra o Marte, tal vez en el último bombardeo intenso, hace 3.800 millones de años, que afectó la superficie de la Luna y la de la Tierra", concluyeron.
Fuente: AFP