Hace pocos días el mundo médico se vio envuelto en una polémica con fuertes implicancias en la salud pública: una de las instituciones académicas consideras más serias –la Cochrane Collaboration, dedicada a revisar en forma sistemática los estudios científicos que analizan los efectos de los medicamentos– obtuvo los datos completos de la investigación realizada por el laboratorio responsable de la droga oseltamivir (comercialmente conocida como Tamiflu). Esta, supuestamente, ayuda a combatir las infecciones de gripe. Según Cochrane esta tratamiento no generaba los beneficios que el laboratorio destacaba. La empresa se defendió y la discusión se reflejó hasta en el Ministerio de Salud argentino, que –junto a varios infectólogos locales– señañalaron que dicha droga sí es eficaz a la hora de tratar en forma temprana a pacientes de grupos de riesgo con síntomas de gripe. Aunque la discusión no está saldada, la gran conclusión que sostienen los expertos de la salud es resaltar la importancia de que las empresas abran a todos los interesados los resultados completos de sus investigaciones, tanto las que resultan exitosas como las fallidas
