Mucho se ha dicho ya sobre las infidelidades. Y también sobre el mito (o no) de que los hombres lo son más que las mujeres, de que ellos necesitan tener relaciones extra, aunque amen a su pareja, porque el cuerpo se los pide. Ahora, parece, que no se trata sólo de un mito, sino que los hombres llevan la infidelidad en sus genes.
Al menos así lo reveló una investigación del Instituto Karolinska de Suecia, que destaca que la infidelidad de los hombres depende de tener o no un gen, la variante 334, que los científicos acaban de descubrir, según informó el diario español El País .
El estudio, publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences , destaca que los hombres que carecen de esa variante de un gen, que influye en la actividad del cerebro, tienen mayor capacidad de compromiso con la mujer.
El efecto de esta variación genética es relativamente modesto, explica Hasse Walum, investigador del Instituto Karolinska y que ha participado en el estudio, "y no puede ser utilizado para predecir con ninguna precisión el comportamiento que tendrá un hombre en una futura relación", aseguró.
Pero Helen Fischer, antropóloga de la Universidad de Rutgers y especialista en amor romántico, dijo al Washington Post que esta información genética podría ayudar a un hombre y a su esposa cuando vayan a contraer matrimonio. "Conocer los ‘puntos débiles’ será útil para superar futuros problemas", afirmó.
Y, ¿de qué manera influye la variante de este gen en los hombres? Técnicamente, dicho gen forma un receptor para la vasopresina, una hormona que se encuentra en muchos mamíferos. En general, las personas que presentan mayor preferencia por mantener una pareja estable tienen los niveles de dopamina, oxitocina y vasopresina aumentados. Los científicos estudiaron a los hombres porque se sabe que la vasopresina desempeña un papel más relevante en su cerebro que en el de las mujeres.
El estudio lo han realizado con 1.100 personas (550 hombres gemelos suecos y sus correspondientes parejas o esposas). La variante del gen, el alelo 334, está presente en dos de cada cinco varones del estudio, e influye en las posibilidades de que existan problemas de convivencia en el matrimonio o en la relación de pareja.
Los investigadores suecos han encontrado que los hombres que llevan una o dos copias de la variante del alelo 334 se comportan a menudo de forma diferente en las relaciones de pareja, que los hombres que carecen de esta variante del gen.
Tener esa variante significa, entonces, que estos hombres duplican también la probabilidad de haber sufrido una crisis marital o de relación durante el último año, a diferencia de los hombres que carecían de esa variante. Las mujeres que se casaron o unieron con los hombres que llevaban esas copias del gen se mostraron menos satisfechas de su relación amorosa con relación a las que se unieron con hombres sin esa variante.