Faltan poco más de noventa días para las elecciones, y las definiciones claras y detalladas sobre qué políticas científicas implementarán los presidenciables no abundan. Muchos de los precandidatos aún no presentaron sus propuestas en esta área, y en sus discursos de campaña, la ciencia y la tecnología están ausenten (ver recuadro). “No se explayan sobre temas económicos y menos todavía sobre políticas científicas, salvo un puñado de excepciones”, afirmaron los especialistas.
Ante esta realidad, la Comisión de Ciencia y Tecnología del Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI) elaboró un documento con ideas y propuestas concretas sobre lo que debería hacer un futuro gobierno en materia de ciencia y tecnología. Lo interesante del trabajo es que fue elaborado por seis reconocidos científicos argentinos que tienen, además, antecedentes en la función pública. Ellos son: Eduardo Charreau, Francisco de la Cruz, Juan Carlos del Bello, Carlos Abeledo, Mario Lattuada y Mario Mariscotti.
Los especialistas reconocieron las medidas positivas tomadas desde la jerarquización del sector ciencia, tecnología e innovación, pero aseguraron que todavía queda mucho por hacer.
“En la última década el presupuesto para CyT, en porcentaje del PBI, aumentó 25% respecto a la media histórica: pasó de 0,48 a 0,65%”, le dijo a PERFIL el físico Mario Mariscotti, primer presidente de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. “Pero nuestra idea es proponer llegar al 1% en cuatro años. Y que el 40% de esa cifra provenga del sector privado”.
Este es uno de los puntos más delicados, porque, según los cálculos del equipo del CARI, “las empresas locales hoy invierten en investigación y desarrollo (I&D) diez veces menos que el promedio de lo que gastan en ese rubro los países del primer mundo”. Además, desde el CARI van por más y quieren establecer metas y proyectos claros y por área, para “alcanzar, en no más de una década, entre el 2 y el 3% del PBI en I&D”.
Evaluación. Para Francisco de la Cruz, con una larga trayectoria en la CNEA, “una de las medidas más importantes para el futuro de la CyT es mejorar la calidad de nuestra ciencia. Eso se logra haciendo más evaluaciones de calidad sobre lo que hacen los investigadores, los institutos y sobre cada proyecto. Incluso, hay que evaluar la actividad del propio ministerio”.
De la Cruz, además, consideró que sería bueno invitar revisores de otros países, para evitar el amiguismo y los sentimientos personales a la hora de valorar. “Esa evaluación nos sirve para saber dónde conviene invertir los recursos”, sostuvo.
Por su parte, Mario Lattuada, ex miembro del directorio del Conicet, señaló otro punto clave: que la actividad diaria de los científicos debe tener un reconocimiento adecuado en sus ingresos. “En los últimos tres años sus montos han caído en forma relativa a otras profesiones. Y se ha vuelto a achatar la pirámide de sueldos de la carrera. ¡Otra vez un científico gana menos que un gerente de banco!”, reclamó.
Las ideas que sustentan estos expertos también incluyen un aspecto que suele olvidarse y que, afirman, es esencial: una reforma en la administración de los organismos del sector. “Hoy, muchas estructuras burocráticas atrasan cincuenta años y esto dificulta y encarece que los investigadores ayuden a resolver problemas puntuales de la producción de las empresas del sector privado”, explicó Lattuada.
Ideas. Para Carlos Abeledo, quien fue presidente del Conicet durante la presidencia de Raúl Alfonsín, hay muchas áreas donde mejorar: “El Ministerio de Salud es uno de los más ricos en recursos, pero invierte muy poco en investigación. Es una paradoja, por ser un área en la que tuvimos tres premios Nobel. Nos falta hacer mucha más investigación clínica y epidemiológica en hospitales de todo el país”.
A modo de resumen, la Comisión del CARI resaltó que “ninguno de los precandidatos tiene un ‘gabinete en la sombra’ que siga los temas de ciencia y tecnología”. Es por eso que decidieron hacerles llegar sus propuestas a todos los equipos técnicos de los presidenciables. Pero dieron un paso más. Según explicó Eduardo Charreau, ex presidente del Conicet, los invitaron a firmar un documento público antes de las PASO: “Buscamos que los candidatos se comprometan con los objetivos que propusimos y con las medidas básicas para poder mejorar y hacer buena ciencia en la Argentina, pero aún no obtuvimos respuesta”.
Para los políticos, el tema no es prioridad en la agenda
Los precandidatos a la presidencia aseguran que tienen en preparación proyectos para implementar en ciencia y tecnología. Sin embargo, salvo excepciones, son por ahora escasas las propuestas concretas y menores aún las publicadas en las plataformas partidarias.
Ante la consulta de PERFIL, los asesores de los principales presidenciales adelantaron algunas de las medidas en las que están trabajando. Desde el PRO, afirmaron que “irán dando a conocer propuestas concretas en las próximas semanas”. Sin embargo, aseguraron que tienen un plan elaborado con ideas que partieron de una red de 300 científicos de Argentina y el exterior, con detalles sobre más presupuesto, recursos humanos, reformas posibles, la necesidad de hacer evaluaciones y la continuidad de los proyectos exitosos.
Algo similar informaron desde la Fundación DAR –que coordina Pepe Scioli– y detallaron que se reforzarán las políticas que hoy lleva adelante el MinCyT. También se crearán incubadoras, en todo el país, para financiar empresas de base tecnológica que sean innovadoras en las áreas de ingeniería aeroespacial, energías alternativas, medio ambiente e investigación oceánica, entre otras. Y se buscará articular mejor las iniciativas del Conicet con la demanda de las economías regionales y fortalecer programa como Raíces.
El binomio Sanz-Llach tiene una web específica donde reconocen logros actuales y promueven un plan a largo plazo que mejore la posición de la Argentina en innovación, ciencia y tecnología. “Debemos facilitar la gestión de patentes, incrementar mediante el reconocimiento público el capital simbólico del acto de investigar e innovar y transformar a la administración pública”.
Finalmente, desde el Frente Renovador destacaron que “quieren llegar en poco tiempo al 1% del PBI de presupuesto para CyT”. Y adelantaron que están elaborando proyectos con el eje en generar conocimiento propio e invertir en desarrollos locales.