Cuando suene el silbato y decenas de miles de hinchas griten alentando a sus jugadores; en las tribunas y en los alrededores de los estadios de cada sede del Mundial también se estará jugando otro partido: un combinado de virus y bacterias contra el sistema inmunológico de cada uno de los fans. Es que el mundial de fútbol es un evento de masas, lo que eleva el riesgo de transmisión de diversas enfermedades. “Por eso hay que tomar precauciones antes y durante el viaje”, recomendó Carla Vizzotti, coordinadora del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles.
“Si bien para ingresar a Brasil no es obligatorio aplicarse ninguna vacuna en particular, las recomendaciones básicas indican que tanto los grandes como los chicos deben tener su calendario de vacunación al día. Pero hay que prestar especial atención a la vigencia de la inmunización contra el sarampión y la rubeola, dos enfermedades que hace años han sido erradicadas de Argentina. Sin embargo, Brasil ha informado recientemente tener más de una centena de casos de sarampión importado”, explicó a PERFIL la infectóloga.
Además, en varios países de Asia, Africa y Europa –principalmente en Francia y España– existen actualmente brotes de sarampión. “Y hay que tomar en cuenta que se trata de una enfermedad altamente contagiosa y de un virus muy resiliente”, advirtió Vizzotti. Justamente, la experta recordó que tras el último Mundial de Sudáfrica se registró un brote de sarampión en el país. Dos argentinos “importaron” la enfermedad, a partir de los cuales se llegó a contabilizar 17 casos locales.
Si bien las sedes que le tocaron a Argentina no están marcadas como zona de riesgo para la fiebre amarilla, si algún viajero tiene previsto combinar una excursión por alguna otra región, por ejemplo, estados del norte o centro-oeste de Brasil, se recomienda la inmunización contra esta enfermedad viral.
También es clave la vacuna antigripal porque el mundial se juega durante junio y julio, meses pico para la circulación del virus de la gripe.
A tiempo. Uno de los consejos que destacaron los expertos es no dejar el control de la libreta de inmunizaciones para último momento. Es que, tras ser aplicada, una vacuna tarda entre 10 y 14 días en generar una respuesta inmune adecuada en el organismo. Además, conviene darse todas las vacunas sugeridas por el médico en el mismo día para evitar interferencias biológicas entre ellas. Además del sarampión y la gripe, también hay que tener al día la vacuna contra la meningitis meningocócica. “Sabemos que en algunas zonas de Brasil está circulando el meningococo C, y como durante estos eventos las personas están muy cerca unas de otras, los portadores contagian muy fácilmente”, detalló a PERFIL Daniel Stamboulian, presidente de la Fundación Centro de Estudios Infectológicos.
Según este experto, las vacunas no son la única precaución saludable que hay que tomar en Brasil. “El consejo básico es consumir alimentos y agua seguros para prevenir la diarrea del viajero. Por ejemplo, evitando comprar comida o bebida de puestos callejeros y organizar con anticipación el abastecimiento de agua mineral y alimentos básicos”.
Otra recomendación está ligada al sexo, ya que es predecible que durante este tiempo se incrementen los encuentros íntimos casuales. “Hay que usar preservativo para cuidarse de las enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el VIH y la hepatitis”, detalló Vizzotti.
Finalmente, Stamboulian aconsejó no olvidarse del riesgo del dengue. “Hay que aplicar sobre la piel repelentes y tratar de usar ropas con mangas y pantalones largos aunque haga calor, revisar bien los mosquiteros, y si se sienten síntomas de un cuadro gripal consultar rápidamente a un médico”. En definitiva, aunque la Selección juegue bien o mal, los hinchas fanáticos que sigan estas precauciones saldrán ganando el partido más importante de sus vidas: el de la salud
