Preocupación es el sentimiento que ronda por el Ministerio de Salud de la Nación. Es que en menos de una semana la cartera sanitaria debió enfrentar dos polémicos fallos de la Justicia que ordenaron financiar tratamientos médicos en el exterior –con un costo total de $ 3,4 millones– a dos menores que padecen enfermedades poco frecuentes.
Primero, fue el caso de Thomas Bello, un niño de 5 años que sufre de adrenoleucodistrofia y necesita un trasplante de médula ósea. La Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba resolvió que el Estado nacional, la Provincia y la obra social Osecac afrontaran los costos de la intervención (US$ 1,2 millón) en el Hospital de Minnesota, en EE.UU., por entender que éste era el mejor lugar para realizar el procedimiento, a pesar de que el Gobierno había ofrecido el Hospital Garrahan.
La misma resolución tomó el Juzgado en Primera Instancia –nuevamente de Córdoba– en el caso de la adolescente Sofía Sánchez, que necesitaba un trasplante bipulmonar con donante vivo, una intervención que no se realiza en el país y que muchos médicos cuestionan. La cirugía finalmente tuvo lugar el miércoles pasado en Porto Alegre, Brasil, luego de que el Estado depositara casi $ 500 mil (ver recuadro). El temor del Ministerio de Salud es que estos fallos crean un precedente y, entonces, reciban una avalancha de juicios para que se financien cirugías en el exterior.
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