El monte Rainier, en el estado de Washington, despertó repentinamente y entró en una fase temblorosa de 72 horas, lo que aviva temores de una posible erupción en los próximos días. La montaña es uno de los volcanes más peligrosos de Estados Unidos, que se esparce sobre millones de personas en ciudades como Seattle y Portland.
Desde el sábado, se experimentaron vibraciones constantes bajo la superficie que pueden describirse mejor como miles de pequeñas vibraciones mezcladas entre sí. Los temblores fueron detectados por la Red Sísmica del Noroeste del Pacifico (PNSN), donde se registraron tres días consecutivos señales sísmicas de alta energía.
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A diferencia de la actividad sísmica relacionada con los grandes terremotos, los patrones que se observan en Washington se asemejan más a un temblor volcánico, una especie de zumbido o rugido constante que comienza cuando el magma, el agua caliente y el gas se mueven dentro de un volcán.
Esto es una señal de advertencia de que la actividad volcánica podría eventualmente alcanzar un nivel crítico. Los geólogos estarán atentos a las señales claves de que este temblor se está intensificando, incluyendo un aumento de su gravedad y terremotos reales.
Cuando este volcán finalmente entre en erupción, no serán los abrasadores flujos de lava ni las asfixiantes nubes de ceniza las que amenacen a los estadounidenses, sino los lahares: flujos de lodo violentos y rápidos que pueden arrasar comunidades enteras en cuestión de minutos, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Los observadores de volcanes, en las redes sociales, detectaron las nuevas lecturas del PNSN y observaron que las vibraciones bajo la montaña pasaron de normales a caóticas en cuestión de horas. Los sismómetros registraron un fuerte repunte alrededor de las 5 de la mañana ET del sábado, que continuó aumentando en intensidad a lo largo del día y se convirtió en uno de los episodios más largos registrados en Rainier en los últimos años.
Antecedentes
El monte Rainier ya ha experimentado enjambres sísmicos masivos a principios de este año, lo que ha generado temores de una inminente erupción volcánica. En julio, más de 1.000 terremotos sacudieron la zona durante un lapso de más de tres semanas, en el mayor enjambre sísmico jamás registrado en la montaña.
La erupción del Monte Santa Helena en 1980, ubicado a tan solo 50 millas del Monte Rainier, puede haber proporcionado un preocupante anticipo de lo que el noroeste del Pacífico puede esperar de la futura erupción prevista del Rainier. Ese evento volcánico también produjo un peligroso lahar que destruyó más de 200 casas, más de 185 millas de carreteras y contribuyó al total de 57 personas muertes.
