En una visita oficial a la Casa Blanca, el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán reconoció este martes que el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018 constituyó “un grave error” y aseguró que su país trabaja para evitar que algo similar vuelva a ocurrir.
Khashoggi, columnista del Washington Post y crítico del gobierno saudí, fue asesinado por agentes del reino en el consulado de Arabia Saudita en Estambul, un hecho que generó una fuerte condena internacional. La CIA atribuyó la orden del crimen directamente al propio príncipe heredero, algo que Riad siempre negó.
Durante el encuentro con el presidente estadounidense Donald Trump, el mandatario norteamericano minimizó la figura del periodista, al describirlo como “muy controvertido”, y sostuvo que su muerte fue un hecho lamentable, pero que bin Salmán “no estaba al tanto” de la operación.
Arabia Saudita cada vez más aislada por el asesinato de Khashoggi
En el marco de la reunión, el líder saudí anunció además que el reino planea elevar sus inversiones en Estados Unidos hasta alcanzar el billón de dólares, un incremento significativo respecto de los actuales 600.000 millones.
El príncipe heredero también expresó su intención de avanzar en un acuerdo de normalización con Israel, aunque insistió en que cualquier integración plena a los Acuerdos de Abraham debe incluir “un camino claro” hacia una solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí.
LB