Científicos del Conicet están a un paso de lograr un importante avance en el cáncer de piel: la primera vacuna terapéutica contra el melanoma, el más agresivo de los tumores cutáneos y para el cual hoy existen pocas opciones terapéuticas. Después de veinte años de trabajo, la vacuna ingresó a la última etapa de investigación clínica donde se intentará comprobar su eficacia en 108 pacientes en estadio II y III de la enfermedad (sin metástasis).
De superar esta prueba, la vacuna podría ser autorizada “en dos o tres años” como un nuevo medicamento, según le dijo a PERFIL José Mordoh, líder del equipo de investigación. “El trabajo comenzó en 1993 cuando tuvimos la intuición de que el sistema inmune tenía herramientas subutilizadas para combatir el cáncer. En una primera instancia, empezamos a trabajar en anticuerpos monoclonales. Pero la acción de los medicamentos dura pocos meses en el organismo. Para lograr una vía más duradera parecía mejor hallar una vacuna, que el propio cuerpo reconociera las células tumorales y pudiera atacar su desarrollo”, explicó Mordoh, jefe del Laboratorio de Cancerología del Instituto Leloir y director del Centro de Investigaciones Oncológicas de la Fundación Cáncer (Fuca).
La fase anterior del estudio comenzó en 2002 con la aprobación de la Anmat e incluyó a veinte pacientes. Cada uno de ellos recibió una dosis de la vacuna cada tres semanas y luego una cada dos meses hasta completar los dos años. “El 70% de los pacientes continúan libres de la enfermedad luego de diez años de seguimiento. Uno podría decir que están curados”, reveló el investigador. “Creemos que este nuevo ensayo va a reproducir la respuesta que tuvimos en la fase I. Tengo la sensación de que caminamos sobre terreno firme. Estamos muy cerca”, confió el discípulo del Premio Nobel de Química Luis Federico Leloir.
Desarrollo. El melanoma es un tumor producido por la transformación de los melanocitos (células que dan color a la piel) en células malignas. Es considerado el más agresivo de todos los cánceres de piel y su frecuencia de aparición se ha incrementado en los últimos años, representando el 5% de los tumores malignos, por la exposición a los rayos UV sin protección. Se estima que una de cada 67 personas lo padecerá en el curso de su vida. Sólo en nuestro país se diagnostican anualmente 500 nuevos casos.
Habitualmente, el primer tratamiento apenas se detecta este tipo de cáncer es la extirpación quirúrgica del tumor y de los ganglios linfáticos aledaños, si se comprueba que el cáncer se ha extendido. “Pero la estadística muestra que el 60% de los pacientes después de la cirugía vuelven a recaer. Hay foquitos de micrometástasis dispersos en otra parte del organismo. Lo que tratamos de hacer con la vacuna es que esos focos queden contenidos o desaparezcan”, sostuvo Mordoh.
La vacuna, por un lado, contiene células tumorales muertas por irradiación y, por el otro, una sustancia denominada GM-CSF (Molgramostim), un compuesto químico que tiene la capacidad de atraer hacia el sitio de la vacunación un tipo de glóbulos blancos claves para el organismo: las células dendríticas. Estas células estimulan la producción de defensas específicas en los ganglios linfáticos. En palabras de Mordoh: “Las células dendríticas incorporan y procesan las células tumorales irradiadas, con los antígenos característicos del melanoma. Luego actúan como un mensajero que va del sitio donde hay ‘peligro’ a los ganglios linfáticos. Allí hay millones de linfocitos que están recirculando. Esos linfocitos aprenden que hay un peligro, empiezan a expandirse y después van donde están las células tumorales residuales y las controlan”.
El desarrollo de la vacuna cuenta con el apoyo del Conicet, el Instituto Nacional del Cáncer, la Fundación Cáncer, la Fundación Sales y el laboratorio Pablo Cassará. Las investigaciones básicas del proyecto se realizan en el Instituto Leloir. En cambio, los ensayos clínicos tienen lugar en en el Instituto Alexander Fleming. En esta nueva etapa, ya ingresaron al protocolo los primeros veinte pacientes, sobre 108 que se tratarán en tres años: el 70% recibirá la vacuna y un 30% el interferón-alfa, actual medicina contra el melanoma. Si la vacuna demuestra ser más eficaz, se aprobará su uso y será la primera inmunización contra el melanoma.
Cómo participar
Toda persona puede participar voluntariamente del Estudio Clínico de la Vacuna terapéutica contra el Melanoma, ya sea derivado por su médico dermatólogo u oncólogo o por voluntad propia. El costo del tratamiento está cubierto, e incluye traslados desde el interior cuando sea necesario. Para ingresar al Estudio Clínico, los pacientes tienen que cumplir con ciertos requisitos, entre ellos: tener entre 18 y 65 años, padecer melanoma cutáneo en estadios II o III, no haber recibido quimioterapia o inmunoterapia previas y que hayan pasado cuatro meses desde la última cirugía. Los interesados en participar pueden llamar al teléfono: (011) 4314-2222, de lunes a viernes de 9 a 21, o escribirle al doctor José Mordoh: [email protected]