PERFIL es pionera en cambios para la igualdad de género, que promueven políticas y actividades para avanzar hacia la igualdad y también una forma más democrática del manejo de una empresa editorial. En ese sentido es meritoria la creación del Consejo de Asesores anunciado el pasado domingo. Es un mecanismo para dar mayor amplitud y alimentar al equipo con la mirada de personalidades que desde el “afuera” aporten medidas y acciones. Sin embargo, merece la atención de esta defensora de género, ya que la composición del grupo de asesores está totalmente desbalanceada respecto del género y la diversidad. Que entre diez integrantes haya solo una mujer es algo inaceptable en los tiempos actuales, donde la paridad se debe respetar y honrar en cada actividad que se organiza.
No podemos no señalar la necesidad de que se corrija esto a través de una ampliación de las designaciones que tienda a equilibrar la proporción de mujeres integrantes de ese Consejo. Hay muchas mujeres que reúnen las condiciones de capacidad y solidez. Esperamos, como dice la nota, que esto sea solo el comienzo y pronto tengamos una foto paritaria.
El domingo en el Observador la nota de Mónica Beltrán “Las idas y vueltas del cambio cultural que sacude al país” es excelente y describe lo que estamos viviendo en Argentina respecto de los cambios culturales y los sacudones que producen. Así son las épocas de transición como la que vivimos, pero debemos tratar de acelerar esos cambios para que la igualdad se logre y no tengamos que esperar cien o más años para lograrla.
Desde la creación del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad hasta la implementación de la ley Micaela con el presidente o los gobernadores asistiendo a “ clase” para entender de qué hablamos cuando hablamos de eliminar las discriminaciones, hasta la persistencia de altos niveles de femicidios y violencia contra las mujeres y niñas y otras manifestaciones como las violaciones en “manada” y la agresividad descontrolada de jóvenes entre ellos, son fenómenos opuestos que conviven, generando desajustes típicos de épocas de transición. El valor de esta nota es poner en blanco y negro lo que estamos experimentando. El recuadro sobre la situación del fútbol femenino es un ejemplo de cómo se avanzó, pero también de cuánto resta y cómo el avance convive con los remanentes de discriminación. Señalarlo ayuda a resolverlo, de ahí su valor, aunque no se dan ni existen recetas.
Un ejemplo de la complejidad de llevar a la práctica los cambios a través de políticas es el artículo en 50/50 de Patricia Valli “Cuidar es una tarea que hay que jerarquizar”, y la entrevista a la ministra de Mujeres, Género y Diversidad evidencia la amplia gama de aspectos que debe cuidar esta jerarquización. Aquí surge algo muy importante, que es la necesidad de la intersectorialidad de estas políticas, que no se logra en forma aislada sino que requiere una articulación de todas las áreas de gobierno, aunar los esfuerzos y reorientar las políticas para que converjan para jerarquizar los cuidados. También, a través de políticas concretas, acabar con la idea de éxito fácil, pero sin claudicar en el esfuerzo de lograrlo. La complejidad de la intersectorialidad enlentece los procesos, algo que debe controlarse para que no se eternicen. Pero les otorga una fortaleza cuando se logran, que justifica el tiempo y los recursos invertidos, así como la calidad del producto final.
Debemos felicitar a Deportes por la presencia permanente en la sección de información sobre práctica deportiva femenina y especialmente de fútbol femenino. La información sobre los campeonatos femeninos de fútbol son raros aún, sin embargo PERFIL da seguimiento para conocer cómo evoluciona. El domingo pasado una nota actualiza la situación del campeonato nacional, algo que ocurre por primera vez en el país, pero que no se jerarquizó debidamente. También la nota sobre el certamen de hockey sobre césped en Estados Unidos y el desempeño de Las Leonas como equipo goleador.
Por último, la nota en Sociedad sobre adolescentes y niños que aprenden a rapear, algo muy interesante que está desarrollando el Centro Cultural Recoleta, pero con una foto que muestra a alumno y profesor varones. ¿Las adolescentes no se interesan por aprender a rapear? ¿O es casual esa foto? Esperemos que esto se aclare y no sea un sesgo sexista que deja a las niñas y adolescentes afuera.
