Podría arriesgarse que el desgaste y las sobreinterpretaciones en las semanas anteriores llevaron a un cansancio absoluto posterior, o también que las predicciones catastróficas que circularon profusamente sobre el futuro político argentino llevaron a la inhabitual calma frente a las fallas de los Nostradamus vernáculos. Además, debe decirse que el Gobierno hizo, como siempre decía Pierre Bourdieu, de la necesidad virtud y fue un acierto a todas luces festejar los resultados electorales, disputando la subjetividad, cuando las cifras absolutas indicaron otra cosa.
Algo azul. Juntos por el Cambio sacó a nivel nacional 9.864.868 votos el domingo 14 de octubre contra 7.863.112 del Frente de Todos. Los cambiemistas treparon unos novecientos mil votos desde las primarias, mientras que los todistas ascendieron prácticamente lo mismo. ¿Entonces por qué se puede considerar que el oficialismo mejoró? No hay que inventar la pólvora nuevamente, la trepada del FdT se concentró en la provincia de Buenos Aires, donde Tolosa Paz pasó de obtener 2.789.002 votos a 3.368.295, casi 600 mil votos más. El 67% de la trepada nacional del FdT se explica por la megaprovincia del país, mientras Juntos mejoró en 330 mil votos allí. Los votos de Facundo Manes no se fugaron, pero tampoco el neurólogo se transformó en el imán esperado para captar otros públicos. Obviamente La Matanza sigue siendo el bastión peronista, allí el FdT le sacó 140 mil votos a Juntos. El resultado en bancas a la Cámara baja terminó en empate, 15 para cada fuerza, aunque el peronismo perdió dos de las obtenidas en 2017 y Juntos ganó una. Todos contentos.
El mayor problema del peronismo sigue siendo el centro del país. En Córdoba quedó tercero obteniendo apenas el 10,5% tanto para diputados como para senadores, pero también fue un golpe duro para el cordobesismo que jugando cartas fuertes como Alejandra Vigo (senadora electa por la minoría) y Natalia De La Sota (diputada electa) solo obtuvo el 25% de los votos. En Santa Fe la cosa fue mejor ya que Roberto Mirabella, primer candidato a diputado y álter ego de Omar Perotti, salió segundo a nueve puntos del Juntos por el Cambio resurgido, y tractor de votos que se alejaron del Frente Amplio Progresista y que apenas pudo obtener el 12,3%. Para la categoría senador, el periodista Marcelo Lewandowski hizo un gol al ganar Rosario, ciudad históricamente esquiva para el peronismo. ¿Será candidato a gobernador en 2023?
La situación contraria aparece en Entre Ríos, donde Rogelio Frigerio obtuvo el 54,5% de los votos dejando a Enrique Cresto a más de 22 puntos, siempre Frigerio planteó como objetivo ser gobernador de la provincia, pero no se puede descartar que se sume a la puja presidencial si la polaridad Macri-Rodríguez Larreta escala. También Mendoza marca la profundización del dominio de Cambiemos, aquí bajo la denominación de Cambia Mendoza. El ex vicepresidente Julio Cobos obtuvo casi la mitad de los votos casi duplicando al peronismo que supo gobernar la provincia. En otras provincias la elección fue muy peleada como Salta, Chaco o San Luis. En la provincia puntana Unidos por San Luis le ganó la elección a Fuerza San Luis (uno de los pocos distritos donde el FdT no sostuvo la marca) por 1.300 votos. Otra curiosidad de una provincia que parece manejarse con otro orden político, la Unión Cívica Radical presentó lista propia, pero reuniendo solo el 5%.
Algo nuevo. Las novedades de la elección las aportaron las fuerzas a izquierda y derecha del espectro político. La izquierda del FIT-U reclama ser la tercera fuerza nacional con su millón cuatrocientos mil votos. La novedad de la izquierda es que se presentó en 22 de las 24 provincias del país, y fue válvula de escape para votantes desencantados del FdT. En función de esta presencia comienzan a obtener resultados en distritos inesperados como Coronel Pringles, que llegaron al 12,2%, o San Antonio de Areco, donde obtuvieron el 8,5%. Pero por supuesto que la estrella del firmamento de la izquierda radical es Alejando Vilca, que en Jujuy obtuvo 100.202 votos quedando a 2.600 del Frente de Todos, que hizo una muy mala elección (25,8%). El ingreso de Myriam Bregman por CABA, que obtuvo más de 140 mil votos, hace surgir la pregunta de si la fuerza de izquierda asumirá posiciones más moderadas para seguir atrayendo a electores para los cuales la palabra “trotskismo” es un misterio.
Por supuesto, el desempeño de la derecha radical también es novedad por el más de un millón de votos obtenidos presentándose en seis provincias, de los cuales el 90% provino de PBA y CABA. Surgen los interrogantes sobre la transformación, de tertuliano a diputado, de la estrella del firmamento político, Javier Milei. Obviamente que es diferente ser francotirador de las ideas del liberalismo austríaco a formar parte de la corporación política. Pero la incógnita principal es si con su estilo trumpetista podrá en estos dos años seducir a votantes empobrecidos de las conurbaciones, con lo cual La Libertad Avanza no solo será competencia para Juntos, sino también para el peronismo.
Invisibles para los grandes titulares, un conjunto de fuerzas provinciales arrima los 2 millones de votos y serán claves para destrabar leyes en el Congreso de los próximos dos años. En el orden de lo clásico el Movimiento Popular Neuquino logró el primer lugar, pero una elección más cerrada que en otros tiempos. Para la novedad la aportó Juntos Somos Río Negro en la provincia patagónica. La agrupación liderada por Alberto Weretilneck le sacó diez puntos a Juntos por el Cambio a pesar de lo cual sacó una de las dos bancas que la provincia renueva cada elección. La otra banca fue para el empresario Aníbal Tortoriello, que le ganó al FdT por ¡796 votos! También en Misiones el Frente Renovador de la Concordia hizo una buena elección, pero no pudo evitar la derrota con un Juntos por el Cambio que se hizo fuerte en Posadas.
Algo prestado. Sintetizando, estas elecciones de medio término, más allá de los resultados comentados, mostraron algo interesante para la política argentina, que es la renovación de la dirigencia, que también implica cierto recambio generacional. Sin embargo, las elecciones quedaron atrás muy rápidamente y ya son número para analizar en términos históricos.
*Sociólogo (@cfdeangelis)