El domingo pasado concluyó en Roma la cumbre de los lideres del G20. Coronando los informes y las fotos de “familia” que caracterizan estas cumbres, la Declaración aprobada señala las conclusiones de sus discusiones. La última foto de familia tirando la moneda en la Fontana di Trevi muestra un grupo masculino. La foto solo tuvo una mujer, la primera ministra Merkel de Alemania, quien concluyó en esta reunión su participación, el resto son todos varones, incluso los ausentes. Esto no va a cambiar con las próximas elecciones en los países que lo integran y refleja la prioridad de la igualdad de género. La Declaración es donde medimos mejor esta prioridad, la de este año tiene dos párrafos destinados al tema, el 33 y 34 en los cuales reafirman el compromiso de trabajar para la igualdad de género, reconocen la mayor afectación de mujeres y niñas por la pandemia, por ejemplo, en violencia y asumen el compromiso para eliminar estos impactos negativos.
Lo más importante es que se comprometen a adoptar la ruta de trabajo propuesta para alcanzar e ir más allá del Objetivo de Brisbane y generar trabajo en cantidad y calidad para las mujeres. Esta ruta fue desarrollada por el grupo de participación de la sociedad civil W20: Mujeres 20. Este grupo se creó en el 2014 en Brisbane, Australia durante la presidencia de ese país, y promueve desde entonces, disminuir la brecha de la participación de mujeres en la fuerza laboral en un 25% para el año 2025. Este año las delegaciones del W20 reclamaron la creación de empleo en cantidad y de calidad para las mujeres y fueron apoyadas por las ministras de los países en su reunión. Esto permitirá avanzar la participación de las mujeres en la fuerza laboral. El compromiso de los países es clave, en el caso de Argentina, la delegación del W20 promoverá que esto se concrete y no sea un simple enunciado.
En el párrafo 34 reconocen la importancia de la Reunión de Empoderamiento de las mujeres que por primera vez organizó el G20, y reuniendo a las responsables de las áreas mujeres de los países miembros y otras invitadas, así como a organizaciones de la sociedad civil para plantear propuestas concretas. Además, el G20 en la declaración pide a la próxima presidencia que reitere esta reunión en Indonesia. Creemos que si bien podrían haber avanzado más en este sentido creando un grupo gubernamental para la igualdad de género, éste es un paso importante.
En el tema del medio ambiente y en preparación a la cumbre de Glasgow los lideres del G20 no asumieron compromisos que dieran esperanzas frente al desafío que es en sí mismo Glasgow, donde el mundo está esperando ver si se acelera el cambio climático y se reduce el deterioro. El G20 reiteró su apoyo para lograr que el 30% de la tierra y el 30% del agua del planeta sean preservadas al 2030. Y ratificaron el compromiso con el Acuerdo de París. Es un tibio y poco avanzado logro.
Esperemos que a nivel individual los países que integran el G20 sostengan posiciones más avanzadas. Esto tiene una gran importancia hacia la igualdad de género. Porque las mujeres y niñas son las más afectadas por los impactos negativos del deterioro del ambiente. Si bien está estudiado y señalado, no es aún asumido por quienes toman decisiones. No es casual que las y los jóvenes y adolescentes sean los principales voceros de la necesidad de acabar con la destrucción del medio ambiente. Ellas y ellos están luchando para lograr vivir y legar a sus descendientes, un mundo más saludable y donde puedan vivir plenamente. Por ahora no vemos esa luz al final del túnel, queremos ser optimistas, pero no es fácil. Nos debemos la mirada sobre lo que sucede en nuestro país, donde tampoco podemos ser optimistas en cuanto a la protección del ambiente. Debemos incluir esto en nuestras demandas junto a otros aspectos de la igualdad de género, porque no son aspectos independientes.