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Elecciones 2023

La incertidumbre y el tiempo

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Expectativas. “Argentina necesita un presidente serio que cumpla sus promesas”. | cedoc

Mañana será un día en el que comenzará a develarse cuáles serán las próximas incógnitas que nos inquietaran. No estamos para acertijos; la estadística se rige por la ley de las probabilidades, pero los seres humanos, por las emociones y el raciocinio.

Las encuestas hacen preguntas racionales a entrevistados que se mueven por emociones, y por conversaciones de último minuto. Si fuera por la ley de las probabilidades, a todos los encuestadores les dirían que están blufeando, ya que dentro del error estadístico cualquier resultado es posible. Pero como se les pide números  ajustados en un escenario móvil, en una  sociedad líquida y con poca distancia entre los participantes, mejor no pensemos en términos de lo que dicen las mediciones, sino en términos de qué puede pasar en el país si Milei gana en primera vuelta, o si el ballottage es entre Milei y Massa, o  la muy baja probabilidad de que participe Bullrich. Y entonces avanzamos en el terreno de la hipótesis de trabajo.

Con Milei fuera del escenario, tendríamos un país un poco aburrido con poca gente haciendo cola en los bancos, seguramente volviendo a ingresar sus depósitos. Nadie estaría pensando en asambleas legislativas. Con solo Milei en el escenario, todo será inquietud, incertidumbre y ansiedad. Y con Milei/Massa, sea cual  fuere la diferencia, la sociedad entrará en estado de asamblea.  

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No confundir convertibilidad con dolarización

Estamos llenos de experiencias en América Latina en que segundas vueltas que parecen definidas por la distancia entre el primero y el segundo resultaron  fallidas. Los que salieron segundos lejanos, gracias a las políticas de alianzas, vencieron y alcanzaron la presidencia.

La experiencia marca que nunca las previsiones previas sobre segundas vueltas evaluadas antes de la primera vuelta se cumplieron. En las segundas vueltas  juegan no solo el amor y el gusto o adhesión por un candidato, sino también el temor por el otro. Se vota por el menos malo.

Más allá del resultado de la elección de primera vuelta, la tranquilidad económica y social del país dependerá del profesionalismo del ministro de Economía, para lo cual el nuevo swap con China puede ser garantía. Introduzcamos ahora un segundo elemento.

Si Kicillof vence en la PBA, tendremos una campaña de segunda vuelta que condicionará la política de alianzas. Si la idea de Milei era buscar aliados dentro del peronismo, quizá no logre hacerlo y sea él quien termine aliado con la casta de los liberales, que se espantaron cuando Patricia dijo que Milei tenía ideas horribles.

El sueño del polo de derecha

Ya bastantes problemas está teniendo para explicar los 200 barras bravas de Barrionuevo en su acto bajo la excusa de la fiscalización como para terminar explicando que tuvo que sumar más casta  liberal.   

Frente a eso se encontrará con una propuesta de Massa de renovación política y unidad nacional. Para eso falta que pase la jornada de mañana; son solo hipótesis. Hay un elemento que quisiera introducir respecto de los condicionamientos para gobernar que tendría Milei si fuera elegido: su falta de tiempo. Su base electoral es básicamente joven, pobre, masculina, del interior del país.

Lo siguen cansados del fracaso de los otros y muchos sobre la idea de que la dolarización generará estabilidad, y quien trabaje cobrará en dólares casi equivalentes a pesos. Sabemos desde el vamos que ello no ocurrirá. No les está hablando a quienes entienden qué es una Leliq, un fondo de inversión, ni siquiera para qué sirve el Banco Central. Les está hablando a quienes quieren poder concretar su realización individual. Cansados de que otros no les cumplan, depositan su confianza en él. No se trató de promesas tibias las que hizo. Él habla de 35 años para ser potencia, pero de poco tiempo para parar la inflación, y mejorar. Eso entendieron los jóvenes. El resto es discurso para el mercado. Los jóvenes son rebeldes por definición y, obviamente, ansiosos por evolución. ¿Cuánto tiempo los jóvenes y los pobres podrían soportar una frustración más y repudiarlo rápidamente? En fin, más allá de las encuestas y su certeza, la Argentina necesita un presidente serio que cumpla sus promesas. Claro que el tema de las expectativas también les cabe a Massa y a Bullrich, con la diferencia de que los amortiguadores sociales y políticos con los que cuentan les darán lo que necesitan: tiempo.

* Consultor y analista político.