En las campañas electorales como en el tenis, el que comete errores no forzados tiene riesgo de perder el partido. Traducido a la situación electoral del domingo 22, el jugador Milei pretende que el campeonato termine ese día. Llevarse la copa y comenzar su reinado de campeón; Massa y Bullrich obviamente buscan alargar el partido.
La semana comenzó con un error por parte de Milei, su recomendación de no renovar plazos fijos, que, sumado a un dólar a más de mil pesos, generó interminables colas en los bancos.
Los ahorristas no solo querían retirar pesos, sino también sus dólares. Lo que no hace más que mostrar que cuando hay pánico en el mercado no hay comportamiento racional. Si el objetivo del libertario es la dolarización, y cambiar pesos por dólares, ¿por qué alguien retiraría sus dólares? La respuesta es simple: por desconfianza e incertidumbre. Y si alguien no puede darse el lujo de generar incertidumbre es el libertario.
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Bullrich tiene la oportunidad de crecer en base a los errores de Milei, pero no lo hace
Ya estaba por perder un game de su partido cuando a Alberto Fernández se le ocurrió confrontar con Milei. La respuesta de este no se hizo esperar, retomó la iniciativa, tomó el centro del escenario, sacó de la cancha a Alberto y desubicó a Massa, que no podía más que hacer trascender su desacuerdo con lo que hizo su presidente.
Por la noche Marra siguió defendiendo la idea de que a nadie se le puede recomendar que invierta en un plazo fijo; Marra es un bróker puesto a político. Piensa como bróker, pero, los pequeños ahorristas no precisan la recomendación de un experto en inversiones; es más, desconfían y van lo seguro. Ponen pesos, retiran pesos.
Si esa dinámica de Milei incentivando la huida del peso hubiera continuado, es muy posible que exvotantes de Cambiemos que fugaron hacia a Milei podrían estar volviendo a su fuente original. Pero claro, Alberto, al politizar la situación, le permitió a Milei retomar la iniciativa.
No obstante, el protagonismo que obtuvieron Bregman y Schiaretti en los debates movió el escenario. Claro, se trata de votantes de clase media y alta, en ese sentido en la medida en que el voto del libertario está en los sectores populares, compitiendo con Massa, el tema plazo fijo no le importa mucho a dicho sector social. Pero lo que no lo excede es la prédica libertaria de la dolarización.
Si hay algo que llama la atención es cómo ni oficialismo ni oposición tuvieron la capacidad de contrarrestar con ejemplos simples cómo sería la vida con Milei presidente. Un rápido contraataque hubiera permitido terminar con la confusión entre convertibilidad y dolarización. Eso le permite a Milei que parte de su base electoral crea que si hoy cobra mil pesos, con la dolarización cobrará mil dólares. Cuando es muy posible que si hoy gana mil pesos, cobre un dólar. Es más, ahora Milei, cuando no tiene respuesta, dice pregúntele al futuro ministro del área, pero la pregunta no viene, demasiados flancos abiertos sin que nadie los aproveche.
Mientras tanto, Massa necesita bajar el dólar, cumplir con su promesa de poner presos a los grandes especuladores que mueven el mercado de la especulación, que los beneficios de no pago de IVA y Ganancias compensen el costo de la inflación y lograr entrar en segunda vuelta.
Allí el partido será diferente. Para eso precisa no cometer errores y que desde la propia fuerza no aparezcan otros Insaurraldes, ni tomen fuerza denuncias de corrupción que comienzan a caer obre funcionarios de la PBA.
Bullrich tiene la oportunidad de crecer en base a los errores de Milei, pero no lo hace. No alcanza con que Melconian presente equipo, Macri también decía que tenía el mejor equipo y así le fue. Se trata de saber qué es lo que hará. Cuesta mucho recordar una frase fuerte que sintetice el futuro accionar de Melconian.
