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La insoportable política total

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Macri en Dolores. Ahora él habla de lawfare. | AFP

Debería observarse con mayor atención la enorme capacidad que algunos discursos tienen de intercambiarse entre diferentes usuarios. Una misma estructura argumental, expuesta de forma insistente y locuaz, puede ser observada en espacios políticos enfrentados dependiendo del momento y la posición en que cada uno se encuentre. Esta situación logra insistir por un movimiento fundamental en el análisis, desplazando una idea de evaluación de la sociedad basada en los elementos o las cosas, hacia otro donde el foco se orienta con atención hacia las operaciones, los momentos, y en lo que el mismo tiempo va construyendo sobre esos condicionantes. Así, como ejemplo brutal, pudo el macrismo estos días utilizar todo el acumulado de lamentos de persecuciones judiciales kirchnerista, casi punto por punto, pero sobre sí mismo. El cambio de lado, el cambio de posición, en un momento nuevo y diferente, permitió que un discurso ajeno se transforme en propio.

El colocar el análisis en los roles, y los espacios que se ocupan en momentos determinados, permite exponer con mayor precisión la forma en que se expande la complejidad social en el mundo moderno. Los protagonistas del sistema político intentan presentarse frente a sus audiencias de una manera esencial, como si aquello que representaran fueran ideas y valores específicos establecidos en sus fuerzas y concretizados en sus personas. El macrismo gusta de hablar de los valores y las instituciones; el kirchnerismo de la defensa de los humildes y la lucha contra los intereses concentrados. Sin embargo, sus vidas reales son impulsadas a situaciones operativas en las que esos intentos de ubicación simbólica en el mundo no pueden ser sostenidos más que por momentos itinerantes.

La citación a Macri para declarar por espionaje a los familiares de las víctimas del ARA San Juan requiere ser desplazado por los y las representantes de su fuerza política hacia un plano de tratamiento extra judicial. Quienes salen en su defensa pública no argumentan aspectos técnicos legales ni otros relacionados a la prueba de la causa, permitiendo exponer al público si se trataría o no de un caso de conducta ajustada o no ajustada a derecho. El recurso es otro y se relaciona con un movimiento que viaja desde el sistema del derecho al sistema político, modificando la determinación de legal o ilegal, a uno de otro tipo recurriendo a los términos del enfrentamiento político entre gobierno y oposición. Este es un cambio en el punto de vista.

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El mismo procedimiento argumental se puede encontrar en los procesos judiciales que involucran a Cristina Kirchner. Sus seguidores construyen teorías que no se vinculan con la legalidad o la ilegalidad de lo que se investiga, aunque están a la fuerza presentes, sino con la denuncia de supuestos intereses de un aparato judicial que se movería por un tejido no observable de forma directa, pero que influiría en una agenda acusatoria. A esto le ha dado el nombre de lawfare.

En esto hay una hermandad operativa, y se vincula a lo único que tiene para ofrecer el sistema político. Allí, nada puede ser tratado de otra manera que a través de sus esquemas propios de distinción, que son los de observar el mundo a través de su diferenciación central, que determina que se hacen unas cosas cuando se está en el gobierno, y otras cuando se está del lado de la oposición. Quien quiera encontrar valores esenciales u otros elementos concretos, solo se dará de frente con las urgencias cotidianas de la política en ese combate único y recurrente entre dos bandos. Los macristas suenan kirchneristas porque el lugar del decir hoy, es otro.

Estos diseños argumentales se pueden encontrar en la búsqueda de las razones de los aumentos de precios. Como un equivalente funcional del lawfare, el Gobierno recurre a lo que podría denominarse como pricefare, en donde la sostenida inflación no podría argumentarse por razones de tipo económica, sino por intereses equivalentes a aquellos que citan a declarar a la vicepresidenta.

Un mundo desequilibrado

Las explicaciones abundan siempre en un sitio representado a través de un lugar no observable de manera directa, pero que recibe el tratamiento conocido de gobierno versus oposición. La oposición legal, de precios y hasta de dispositivos mediáticos, sirven como acumulación de asignación causal a todas las desgracias posibles. Cuando Macri gobernaba, acusaba del freno de la economía al fantasma del retorno kirchnerista. Este tipo de recurso está ya generalizado de manera preocupante.

Aunque aquí se describen características operativas esperables dentro del sistema político de la sociedad moderna, parece para nuestro país un desarrollo de esos mismo componentes hacia el exterior de este universo de una manera exagerada. La política parece invadir todo y lograr exportar su propia dinámica de tensión central a todos los espacios posibles.

El derecho, el arte, la ciencia y la economía, hasta los ámbitos familiares y de amistades, se ven inmersos en la resignificación de sus lógicas hacia una batalla en la que se defiende a un grupo de personas con las que no se tiene más que información turística de sus realidades operativas, y se los sigue en el convencimiento de lo que denuncian sobre procesos que suponen son tal cual estos y otros se imaginan. Nadie sabe en realidad nada y solo podemos estar seguros del mundo que construyen, sobre una base sostenida de ignorancia compartida.

Y todo culmina en la vida urgente. Feletti debe tomar medidas ya mismo contra sus enemigos supuestos, los jueces deben llamar a indagatoria de inmediato, las periodistas y académicos deben involucrarse como candidatos y los medios de comunicación se obligan a informar rumores porque para la confirmación se espera a una vida futura inaguantable.

La amenaza imaginada de los enemigos que viven en el otro lado, los de enfrente, pueden actuar en cualquier momento y el tiempo para conocer el mundo real y debatir sobre lo que el conocimiento tendría para ofrecer, es demasiado riesgoso para un país que vive en la paranoia constante del beneficio de los otros sobre la base de la derrota propia. Todos al ataque, ya mismo, que este es el tiempo eterno de la vida en conflicto. Bienvenidos a la política total.

*Sociólogo.