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PASO 2021

La PASO más pobre de la década

El rechazo de la sociedad hacia la clase política se notó en las urnas, a pesar del festejo oficial por el humilde 67% de concurrencia.

eleccion paso afp
Las PASO 2021, celebradas en medio de la pandemia de Covid-19, se registró un 67% de votantes del padrón. | AFP

Desde muy temprano, el Gobierno nacional salió a desactivar la idea de que estaba votando poca gente, señalando que los niveles de participación ciudadana en las urnas estaba dentro del promedio histórico de las PASO, desde que se las creó en 2011. Y, al cabo de la elección, el ministro Wado de Pedro salió a celebrar la “alta participación”, que estuvo en el 67% del padrón. Lo curioso es que no dijo ni una letra sobre que éstas fueron las primarias menos concurridas de sus diez años de historia.

Puede sonar natural, tratándose de la primera vez que se vota en medio de una pandemia y es probable que el temor al contagio haya desalentado a buena parte de ese entre 5 y 12% por ciento que faltó a la cita en comparación con las anteriores. De todos modos, ni siquiera ese dato sería para celebrar.

Estas PASO están en línea con los niveles de participación de las cuatro elecciones provinciales que se dieron este año: la más baja se había dado en Misiones, en junio último, donde no llegó a votar el 60% de los habilitados para hacerlo. En Jujuy y Salta subió un poco, pero en Corrientes, hace tres semanas, acudió el 65%. Y eso que se trataba de elecciones a gobernadores, que suelen concentrar mayores expectativas y entusiasmos.

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Hace unos días, hablamos del tema con el jujeño Gerardo Morales, quien aceptó que el sistema político está registrando un creciente rechazo de una sociedad golpeada económica y sanitariamente, y que ello explica no sólo el desgano para ir a votar, sino también el apoyo a alternativas anti políticas. Pero de eso se habla poco y nada. La dirigencia prefiere festejar, aunque falten motivos más allá de que las elecciones renuevan sus fuentes de trabajo.

Tal vez la campaña electoral para estas PASO haya servido para explicarnos el porqué. El exceso de efectismos, la superficialidad, los gags y la fuga de propuestas concretas sobre problemas concretos (que sobran) fueron esfuerzos muchas veces improvisados para tratar de empatizar aunque sea un poco con los votantes.

La alegría por el 67% que votó en estas PASO debería ser revisada pronto y que el cambio se vea en una campaña electoral hasta noviembre con la puntería más alta y la autoestima, también.