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Milei presidente

Milei, del buen rating al poder

Argentina se cansó de la política tradicional y prefirió votar a un "disruptivo inexperto". El economista “liberal libertario”, rompiendo moldes, logró ganarle realmente a la gran estructura política.

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El candidato presidencial argentino Javier Milei gesticula el día del acto de cierre de su campaña. | La Libertad Avanza NA

Lindo desafío nos espera como argentinos con el triunfo de Javier Milei quien llegó a la política argentina rompiendo moldes, haciendo apariciones estridentes en programas de televisión. Desde el comienzo declamó ser libertario y tomó como base de su ideología una libertad tan amplia cuyos límites nunca quedaron claros mientras defendía con vehemencia extrema sus ideas, algunas bastante exóticas.

El economista disruptivo “liberal libertario” fue logrando meterse transversalmente en la sociedad y logró lo que no lograron los partidos tradicionales como el peronismo o Juntos Por el Cambio: la gente tenía ganas de verlo y escucharlo. Con el triunfo de Javier Milei queda expuesto el fracaso de la dirigencia política tradicional y su gestión política quienes deberán, en primera instancia, reconocer su fracaso y luego trabajar internamente generando procesos de debate para refundar cada una de sus fuerzas. Deben encabezar una renovación ideológica, modernizando sus métodos y tejiendo alianzas novedosas y consistentes para trabajar en proyectos de transformación.

De los últimos 40 años, el peronismo gobernó casi 24 años y el radicalismo 8 (dos de ellos en coalición). Dos presidentes radicales no pudieron terminar sus mandatos. Alfonsín y De la Rúa. De esos 24 años gobernados por el peronismo, 12 lo fueron bajo el sello del kirchnerismo.

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Balotaje 2023 Bunker Javier Milei
El festejo en el búnker de La Libertad Avanza.

Ganó Milei y logró ganarle realmente a la gran estructura política que debe tomar nota por la crisis institucional y política por falta de proyectos de transformación y la sobra de egos. Una clase política que cada día hizo primar más sus intereses personales y el amiguismo dándole la espalda a la urgencia de la población.

Hoy en conjunto la política debe entender el mensaje, si queremos consenso y unión todos debemos dejar las mezquindades de lado y escuchar a la ciudadanía.

Muchos dirigentes que incluyen a los radicales y los díscolos de Juntos por el Cambio que quedaron aislados en el voto en blanco y la indefinición serán considerados perdedores. Otros jugaron fuerte con picardía y visión como el tándem Macri-Bullrich y serán reconocidos por eso.

Debemos unificarnos tras un proyecto de país con cambios trascendentes y sustanciales que vuelva a enamorar y conformar a la mayoría de la ciudadanía.

Histórico: Milei superó a Massa por 55.78 a 44,21% y es el presidente electo

Ahora nos resta preguntarnos qué hacer: debemos defender un marco institucional y de convivencia para que la futura oposición tenga como marco de maniobra actuar y producir cambios sin caer en la trampa de los extremos opuestos al gobierno que frenen e impidan cada proyecto positivo.

La bomba a punto de estallar que nos fueron vendiendo nos marca la urgencia de lo que vendrá. La justicia, el diálogo y la convivencia deben ser los ideales irrenunciables. Para esto los violentos deben ser enfrentados por medios institucionales porque así lo exige la democracia y lo quiere la mayoría que lo único que desea es vivir en paz. La figura de Milei desde el comienzo fue sinónimo de buen rating en los medios y redes.

Hoy nos preguntamos sobre pronósticos, dudas sobre qué pasará con un gobierno encabezado por Javier Milei. Ganó porque la gente buscó un cambio y quería el cambio porque se cansó de la política tradicional. Prefirió votar a un "disruptivo inexperto” porque se cansó de que hasta ahora los cuerdos, prolijos, CEOs y científicos no entendieran a la ciudadanía argentina. Por lo que sea, será necesario reorganizar la Argentina actual de una economía, una sociedad y una seguridad desquiciadas. Para esto debemos comenzar a pensar sin mezquindades en una reconstrucción de todos los poderes para lograr que actúen libremente sin presión política e implementar un gran mecanismo de diálogo entre todos los sectores de los argentinos, construyendo a partir de las diferencias y buscando acuerdos para pensar en el país y para ponerlo por delante de los intereses personales. Necesitamos un diálogo que logre de una vez por todas dejar de ser esta sociedad injusta y desigual.