Quizás la historia no registre el encuentro que se produjo en la casa del ex gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, donde junto al anfitrión y ex pre-candidato presidencial participaron el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, el de Jujuy y presidente de la UCR Gerardo Morales, los dos ex ministros del Interior de los gobiernos precedentes: Florencio Randazzo y Rogelio Frigerio (probable próximo gobernador de Entre Ríos), el vicepresidente de la UCR y senador Ángel Rozas (ex gobernador de Chaco), el intendente de Rosario Pablo Javkin, Emilio Monzó y Graciela Camaño. O quizás se convierta en un hecho histórico como la Convención del radicalismo en Gualeguaychú, donde al decidirse aliar la UCR con el PRO se reconfiguró el mapa político argentino creando primero una coalición y luego por oposición otra, hoy Juntos por el Cambio y el Frente de Todos.
Los protagonistas del asado en lo de Urtubey explican que el encuentro no tenía como objetivo construir una nueva alianza electoral para octubre 2023, sino una alianza legislativa para abril de 2022. Por eso mencionaron que los allí presentes representan a 132 diputados, la mayoría de esa cámara. Que sus ojos no están puestos en la elecciones del año próximo, sino en cómo llegar a ellas porque ven peligros en los 18 meses que faltan para llegar a octubre 2023.
Hay tres hipótesis: alianza legislativa, nueva coalición o engrosamiento de la coalición existente
A pesar de ser de distintos partidos hay elementos comunes que los explican juntos. Schiaretti es un peronista no alineado con el Frente de Todos y Morales es el radical menos alineado con el PRO dentro de Juntos por el Cambio. La enorme mayoría son líderes territoriales y del interior del país: “la polarización es una lógica del AMBA” sostienen.
Tener que conducir una provincia acerca a los dirigentes a los problemas reales: los ciudadanos irán a golpear su puerta ante una crisis terminal. Los “porteños” –el Gran Buenos Aires entra dentro de esa calificación– puede permitirse discusiones abstractas, cargadas de ideología. En el interior solo se puede ser pragmático a la hora de gobernar. Como si el contacto con la realidad fuera una vacuna natural antigrieta.
Pero traspasando la cuestión identitaria, en el análisis electoral 2023 quedan tres alternativas:
- Se trata de una alianza legislativa que no alcance a constituirse en alianza electoral ni de gobierno como fue en 2009 el Grupo A que en el Congreso integró a los legisladores del radicalismo, la Coalición Cívica y Unión-PRO (la alianza del PRO con Francisco De Narváez previo al Frente Renovador de Sergio Massa).
- Una alianza legislativa que evolucione hacia una nueva alianza electoral que reconfigure el mapa político actual con la fractura de Juntos por el Cambio a partir de la salida del radicalismo como cabeza de una nueva coalición donde se integren el peronismo cordobés sumado al pan-peronismo que no gobierna territorios y está fuera del Frente del Todos, más sectores progresistas desconformes con una y otra coalición. Escenario que significaría la recreación de una tercera vía, “la avenida del medio” o la potenciación de lo que reducido fue Consenso Federal al llevar a Lavagna como candidato a presidente en 2019.
- La puerta de ingreso oficial a Juntos por el Cambio del peronismo cordobés, el el pan-peronismo que no gobierna territorios y está fuera del Frente del Todos, más sectores residuales de Consenso Federal, para lograr así los dos tercios de apoyo que menciona Horacio Rodríguez Larreta que son necesarios no solo para gobernar, sino para producir las reformas que la Argentina necesita para salir de su estancamiento.
También las tres hipótesis tienen elementos en común. Son expresiones de la oposición al Frente de Todos y una señal de las mayores posibilidades electorales que hoy tiene la oposición sobre el oficialismo.
Las tres hipótesis tienen un elemento en común: son todas expresiones de la oposición
Pero también un síntoma de la incomodidad que produce en la oposición el crecimiento geométrico de la popularidad de Javier Milei que primero obliga a Juntos por el Cambio a tener que derechizar su discurso para no perder votos de su sector más extremo y por otro, el rechazo del radicalismo y los sectores más progresistas de Juntos por el Cambio a esa derechización de los halcones del PRO con Macri fotografiándose con el Donald Trump actual en la Florida y la defensa de Patricia Bullrich a los libertarios.
Faltan catorce meses para el cierre de listas de los candidatos en junio 2023 que competirán en las PASO de agosto siguiente. Un siglo en los tiempos de la política y donde todo puede suceder.