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Defensora de Género

¡Otro año con altas tasas de violencia de género! ¿Qué nos pasa? ¿Por qué no baja?

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No cede. Esta semana se conocieron las cifras de la violencia de género. Siguen sin bajar. | cedoc

Esta semana compitió con el mundial de fútbol en las noticias, claro, perdió. El Mundial tuvo más menciones y presencia en los medios. ¿Qué nuevas noticias de violencia de género tuvimos? Se difundieron los datos de los observatorios oficiales y no gubernamentales, así como otros. ¿Qué dicen las noticias? Dicen que la cantidad de femicidios en el país no bajó, se mantiene y eso indica que no logramos resultados con las acciones. A las tradicionales causas, especialmente los femicidios que son los que nos indican la gravedad, se suman los aumentos en las llamadas al 144 y al 137, éste con los de abuso sexual en la infancia. A esto se suman otras formas de violencia de las que no se habla y que son invisibilizadas como el matrimonio o unión en la infancia, que afecta especialmente a niñas de menos de 15 años y que se concentra en provincias del Noreste y Noroeste donde las niñas provenientes de pueblos originarios aparecen en las noticias del país e indican cómo se vulneran derechos elementales. Esas niñas que se unen o casan abandonan la escuela, si no la han dejado antes, son madres precoces y padecen más violencia por parte de sus parejas. Lo preocupante es que esas niñas de 12 -13 años no pueden decidir, hacen lo que vieron y comparten sus madres, abuelas y mujeres de la comunidad. El Estado está ausente sin o con pobres servicios de Salud y escuelas débiles y sin Educación Sexual Integral. Pueden ser niñas con señores adultos o pueden ser con otros adolescentes. Estos últimos, frecuentemente son consentidos por las niñas, y no deben considerarse iguales a los otros. Es interesante que las niñas casadas o unidas en Argentina eran 4,7% según el censo del 2010; y en Qatar son 4%, parece que en esto somos campeones, triste realidad.

Mujeres y niñas frente a la ciencia y la tecnología

En este, como en otros casos de violencia, necesitamos analizar por qué fallamos. Sabemos que todas las formas de violencia de género están naturalizadas en el país. Desnaturalizar la violencia de género en todas sus formas, es una prioridad y para esto la información y las campañas, son fundamentales. Entre todas las acciones que se hacen, faltan campañas y en muchos casos, tampoco hay información. Se avanzó en el registro unificado de las formas habituales de violencia y de femicidios. Pero de otras violencias, como el acoso callejero o los matrimonios /uniones infantiles y el mismo abuso sexual en la infancia, no hay o la información es muy pobre. Sin información no se visualiza el problema ni se pueden hacer programas para enfrentarlo. Promovemos la denuncia de las violencias y se logró que ahora se tomen, pero no se hace el acompañamiento a las mujeres que denuncian. Entonces quedan más expuestas. Por eso muchas no quieren denunciar. Denunciar implica que el agresor se entera y quedan desprotegidas al no tener un acompañamiento para saber cómo actuar y contar con protección. La desarticulación de los distintos actores es lo que limita el acompañamiento, cada sector hace su parte, pero no articula con otros y entonces la mujer queda sola. La Justicia es la que rápidamente aplica la restricción de acercamiento, pero se limita a la vivienda y la mujer trabaja, lleva los hijos al colegio y otras actividades y allí no se aplica la restricción. Las fuerzas de seguridad acuden, pero faltan mecanismos de prevención, usa el botón cuando lo más efectivo es el control del hombre con la pulsera. Las áreas de la Mujer no llegan a apoyar a las mujeres y el apoyo económico por seis meses no es suficiente, hace falta apoyo psicológico y legal. Éste se debería garantizar por ley, pero hasta ahora ni el Ministerio de Justicia, primero ni el de Mujeres ahora consiguieron concretarlo. Entonces, no somos efectivos a pesar de los recursos humanos y económicos que existen. No queremos más muertas, el Estado debe actuar articuladamente.