Domingo 24 de noviembre de 2019. Tinelli y/o el peronismo no K ganan la segunda vuelta electoral por la Presidencia para el período 2019-2023. La Argentina se convulsiona ante algo que parecía imposible un año antes. Y días después, el gobierno electo da un golpe de efecto y le ofrece al juez federal Bonadio ser ministro de Justicia, Seguridad y Anticorrupción. Bonadio acepta, claro.
Este ejercicio de ¿ficción? es real en este momento en Brasil. Se sabe, el juez Moro se sumará al futuro gabinete de Bolsonaro como superministro. Moro fue el magistrado clave detrás del Lava Jato, el proceso judicial contra la corrupción más demoledor de la historia latinoamericana, y del encarcelamiento del ex presidente Lula, que no pudo ser candidato.
¿Moro no puede ser funcionario del nuevo presidente brasileño? Claro que puede. ¿Es censurable que apoye su proyecto político? En absoluto. Dicho esto, no se puede negar que la decisión de Moro embarra de sospechas algunas de sus decisiones como juez, sobre todo aquellas tomadas durante la campaña electoral. Así, da oxígeno a los argumentos que desde hace tiempo plantean Lula y al PT respecto a que no se los persigue por corruptos sino por interés partidario.
¿Moro no puede ser funcionario del nuevo presidente brasileño? Claro que puede. ¿Es censurable que apoye su proyecto político? En absoluto
Buena parte de las decisiones judiciales de Moro fueron avaladas por tribunales superiores. Pero su aceptación de sumarse a la gestión Bolsonaro, insisto, expone un posible choque de intereses entre sus recientes decisiones como magistrado y la férrea campaña anti- PT del flamante presidente.
Con argumentos persecutorios parecidos a los de Lula & Cía., Cristina Kirchner & Cía. tratan de invalidar la actuación de Bonadio en la megacausa de los cuadernos. Amén de sus simpatías por el peronismo y los antecedentes escabrosos como juez (con variedad de denuncias en el Consejo de la Magistratura convenientemente limpiadas por Cambiemos), hay suspicacias sobre por qué el Cuadernogate lo tomó su juzgado (¿forum shopping?) y testimonios de protagonistas del caso sobre la insistencia del juez en que se apunte básicamente sobre la ex presidenta y los suyos.
Aunque se hagan fotos juntos, como la que ilustra esta columna, no necesariamente Moro y Bonadio son lo mismo
Aunque se hagan fotos juntos, como la que ilustra esta columna, no necesariamente Moro y Bonadio son lo mismo. Además de autodenunciarse para que se cite al fundador de este diario tras criticarlo, Bonadio vociferó días atrás en su despacho tras otro intento de consulta de una periodista de nuestra redacción: “¡Que PERFIL se vaya a la c… de su madre!”. Con esa boquita acaso podría durar mucho menos como ministro de lo que lleva como juez.
