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Alianzas estratégicas

Supermayo electoral y la esperanza en Lula

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¿Salvador? El compromiso de Brasil es fuerte, pero nadie regala nada. Hay que esperar. | AFP

Este fin de semana comienza un supermayo electoral en ocho provincias. Luego del día 15, con seguridad comenzarán a producirse mayores  definiciones en relación con las candidaturas presidenciales, sobre todo en el oficialismo. Con un gobierno nacional desgastado, con una inflación que no da tregua, si no hubiera sorpresa se prevé que en todas triunfarían los oficialismos. Solo en una de ellas, en Jujuy, vencería un representante de Juntos por el Cambio; en las otras vencerían representantes del oficialismo nacional –Tucumán, La Pampa, San Juan, La Rioja, Tierra del Fuego– y aliados –Salta y Misiones–. El modo en que los resultados se tomen dependerá de las hipótesis previas.

Si la idea es que nada de lo provincial afecta lo nacional, el impacto general es nulo, pero si la idea es que la sociedad está demandante de cambio en todos lados, y el peronismo y aliados triunfan en sus provincias, esta hipótesis comenzará a trastabillar, y la dirigencia del peronismo pensará que a pesar de los presagios actuales, una remontada nacional será posible. A la vez, si en alguna de las provincias el oficialismo perdiera, sería leído como el comienzo de un fin de ciclo.

Más allá del resultado y como consecuencia de este, las candidaturas del Frente de Todos comenzarán a definirse. Scioli ya manifestó que está obsesionado con presentarse, Massa deberá definirse, pero el apoyo de la CGT y el mensaje del ministro a esta comienza a marcar un camino; si van Scioli y Massa, seguramente los desafiará Grabois, y un triunfo en Tucumán puede alentar a Manzur, al tiempo que Wado de Pedro recorre el país y Rossi medita qué hacer.

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La bronca social crece a valores históricos

Hasta Berni amaga con ser candidato de un espacio del que dice haberse ido. Tal como están las cosas, unas PASO parecen  preanunciarse en el oficialismo. Claro que aún falta la palabra de Cristina en torno a candidaturas. Sea propia, sea de apoyo a alguna figura. Su último discurso –clase magistral– puede ser analizado de muchos modos.

Para sus seguidores, seguramente se trató de una pieza magistral de economía; para sus detractores, se trató de un nuevo esquivar la responsabilidad que ella tiene no solo en el fracaso del actual gobierno, sino de las consecuencias de sus políticas cuando ella estuvo a cargo del Ejecutivo. Yo quisiera quedarme con la última parte de su alocución. Básicamente,  porque: a) reconoció que el capitalismo es el modo de producción mas eficaz; 2) porque llamó a sus seguidores a dejar de pensar en viejos dogmatismos anticapitalistas; 3) porque puso en la mira a Milei. Veamos la importancia del último punto. La interpretación simplista diría que trata de construir al adversario para que este desplace a los candidatos de Cambiemos, lo haga crecer y le facilite a Kicillof la posibilidad de vencer en la provincia de Buenos Aires.

Si Milei creciera lo suficiente, además, podría darle al peronismo la posibilidad enfrentarlo en la segunda vuelta y abrirle el sueño de volver a ser gobierno. Quizá pueda ser esa la intención. Pero creo que lo más importante es que le está diciendo que es hora de confrontar con Milei, que para ello es necesario tener una propuesta y un programa de gobierno. Que hay que agitar el árbol para que se mueva el bosque. Para que se tome conciencia del riesgo que es el para el país la posibilidad de que triunfe el libertario. En paralelo también Cambiemos se dio cuenta de que el gobierno que creían tener conquistado se les puede derretir como un helado en la mano. Claro que si siguen de internas corren el riesgo de que ello ocurra. A las internas conocidas se sumó el de la posible incorporación de Espert.  Si se les sumare, quizá sirva como apoyo para convencer a sectores liberales que no es buena la idea la dolarización.

Electoralmente finalizadas las PASO, si no disminuyó la ola dolarizadora, el aporte de este será mínimo, y sus votos pueden pasar rápidamente hacia el libertario. Pero como en la coalición aún priman las miradas de corto plazo en lugar de tener perspectiva de largo plazo, lo de Espert se ve como una zancadilla de Larreta a Bullrich, más que como un aporte a la estrategia general.

Como ya dijimos, mayo se parecerá al supermartes de las elecciones norteamericanas, pero en paralelo el Gobierno se juega su destino. Del modo en que se logre resolver el atolladero del dólar, de las importaciones y de la inflación, mucho dependerá el futuro de la Rosada. No obstante, parece abrírsele una nueva posibilidad de sobrevida.  

¿Quién podrá parar a Milei?

Sobre fines de año, cuando se perfilaba que Lula volvería a ser presidente, mientras   en el país se preveían las consecuencias que tendría la sequía sumada a la inflación y los problemas económicos que venía arrastrando, en el oficialismo se hablaba de un crédito fenomenal y salvador que daría el Bndes al Gobierno. Por supuesto, ello no ocurrió tal como se fantaseaba, y Massa debió comenzar a sacar conejos de la galera.

Su primer objetivo era bajar la inflación a menos de cuatro dígitos. Ahora, la principal meta es estabilizar la economía. Para ello avanza en renegociar metas y conseguir dólares del FMI, pagar en yuanes las importaciones chinas, y ahora mira a Brasil.  

Hacia allí confluyeron, a pesar de sus diferencias, Alberto, Massa y Scioli.

Golpearon la puerta del amigo de Brasilia y este respondió en las palabras afirmativamente.

Por sus declaraciones, el compromiso de Lula es fuerte, pero claro que nadie regala nada; entonces, deberemos esperar un tiempo para tener claridad sobre de qué ayuda se trata. Mientras tanto, aquí continuará la incertidumbre a la espera no solo de los resultados electorales, sino del dato de inflación.

*Consultor y analista político.