¿Qué hace exactamente el Fondo Monetario? ¿A quién o a quiénes responde? Veinte años después de su primer gran papelón global –la crisis asiática– y diez después del estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, que tampoco predijo y cuyos efectos no pudo prever, el FMI vuelve a ser protagonista en América Latina. Mauricio Macri, el mandatario que la institución procuró blindar en 2018 con el mayor programa de asistencia financiera de su historia, se derrite en el poder. El Ecuador de Lenin Moreno se hunde en el caos después de subirse a la moda y firmar también su propio acuerdo stand by. En Perú, el niño mimado de la ortodoxia en cuya capital el Fondo organizó su Asamblea Anual en 2016, el presidente y el Congreso se enfrentan en una crisis política que recuerda al autogolpe de Alberto Fujimori.
La receta para su recién recuperada clientela latinoamericana es la misma de siempre. Después de que el peso perdiera más de la mitad de su valor bajo su programa inicial, el FMI le exige a la Argentina que endurezca aún más su política monetaria, suba a niveles inéditos la tasa de interés y se comprometa a reducir a cero su déficit fiscal al año siguiente. En Ecuador, lo que gatilla la pueblada es el fin de los subsidios al combustible. En un país que exporta petróleo, de la noche a la mañana la nafta vuela a más del doble.
Fondo es un documental de trinchera, con la inmediatez de la crónica televisiva y el rigor del periodismo gráfico pero la búsqueda estética del cine. Procura exhibir los resultados de los últimos experimentos del ente nacido en la segunda posguerra pero resignificado completamente a mediados los 70. También retratar lo más fielmente posible a sus burócratas y funcionarios. Es una actualización para quienes le perdieron el rastro en los 90 y un recordatorio para los más jóvenes u olvidadizos. Un ensayo urgente. Un diálogo con sus jerarcas pero también con quienes viven en carne propia sus recetas.
Para hacerlo abordable fuera del mundo de los economistas y la política, Fondo es también un recorrido gastronómico de la mano de Juan Braceli, actor e integrante del ciclo televisivo Cocineros Argentinos. El guión de Hernán Vanoli juega con la eterna receta de ajuste del FMI y nos invita a pensar en los ingredientes, los cocineros, los comensales y el banquete que se comen los que no se ven obligados a seguir la dieta. El grupo de teatro Las Estatuas desmenuza los mitos con los que la ortodoxia económica arropó sus teorías para que vuelvan a formar parte del sentido común de la época.
¿Por qué el FMI insiste siempre con las mismas recetas aunque fracasaron una y otra vez en todo el mundo? ¿Lo hace guiado por la ideología o por intereses materiales concretos? ¿De dónde vienen y a quiénes benefician sus políticas de “austeridad” y ajuste? ¿Son esas políticas la única alternativa para salir de una crisis?
¿Cuál es la relación del Fondo con los bancos de Wall Street? ¿Y con los de Francia y Alemania? ¿Y con la Casa Blanca? ¿Es el FMI una herramienta de los países ricos para que los pobres no los alcancen nunca? ¿Es un ejército de tecnócratas al servicio de las finanzas globales capaz de cualquier cosa con tal de asegurarles nuevos negocios a sus patrones? ¿O son profesionales que nadie entiende?
Fondo recorre a vuelo rasante el crac argentino de 2001 y se sumerge rápido en la Atenas de hoy para mostrar las ruinas que dejó haber aplicado al pie de la letra casi por una década entera su receta de ajuste. El documental también viaja a Portugal, la contracara de Grecia, el país que más crece de Europa y que redujo el desempleo a la mitad en tres años. Además de sus gobernantes y la oposición lusa, responden el Premio Nobel Joe Stiglitz y el halcón John Lipsky, jefe del Fondo previo a Christine Lagarde.
* Autor de Fondo. Funciones en fondo.com.ar