3C Construcciones es la empresa cordobesa de triple impacto que desarrolla tecnologías sociales y ambientales transformando plásticos reciclados en viviendas, sin usar agua y utilizando muy poca energía, disminuyendo de esta manera, la huella de carbono.
La necesidad de intentar resolver dos de las grandes problemáticas del país, la pobreza y el déficit habitacional, fue lo que llevó a Lucas Recalde -socio fundador-, Federico Brunas -especialista en la tecnología aplicada-, Victoria Páez Molina -arquitecta- y Juan Pablo Cmet -desarrollista inmobiliario y abogado-, a crear 3C, firma que ya construyó más de 70 casas con sus ecoladrillos hechos a partir de botellas plásticas.
La construcción de la persona, la construcción de la comunidad y, finalmente, la construcción de casas, son las 3C que le dan el significado al nombre de la empresa.
El proceso tecnológico comienza con una botella de plástico y la compresión de un conjunto de ellas que, atadas, forman un ladrillo. Estos ladrillos se combinan con maderas recuperadas para darle estructura a la casa. “Los muros están compuestos por fardos de plástico prensado que genera un sistema tres veces más térmico que la construcción tradicional y permite ahorrar energía”, explica la arquitecta Páez Molina, y comenta que agiliza los tiempos de obra al tratarse de un material mucho más liviano que el ladrillo tradicional.
“Al ser un material ultraliviano permite que funcione muy bien la estructura de madera, que es mucho más sustentable que otros materiales como metales, cemento u hormigón, que se usa para sostener estructuras muy pesadas. El corazón de nuestro sistema se basa en el plástico recuperado y en la estructura de madera, a partir de ahí se revoca y rellena con materiales tradicionales”, describe Cmet.
Actualmente, 3C Construcciones está superando las 70 construcciones (7.500 m2), lo que equivale a 1.600 metros cúbicos de plástico recuperado, que sería como un cubo del tamaño de un edificio de seis pisos realizado de plástico aplastado.
El Hogar de Cristo ubicado en barrio Müller fue la primera organización que acogió la tecnología de 3C con el apoyo del padre Mariano Oberlin, quien coordina el Hogar. También realizaron oficinas de entes públicos de la ciudad, una escuela en La Para, una guardería y hasta un SUM en la residencia de Olivos, además de casas para clientes.
Intentar solucionar el déficit habitacional en zonas vulnerables y poder generar empleo digno para personas excluidas del mercado laboral fue el puntapié inicial para la creación de 3C. Sin embargo, desde hace unos años, sin descuidar esa idea original, buscan llegar a clientes de mayor poder adquisitivo: “Queremos posicionar el producto y salir del estigma de que son casas ‘de basura’ para gente ‘pobre’”, dice Cmet y explica que “se trata de construcciones de alta calidad, con prestaciones superiores a los sistemas tradicionales”.
Los ecoladrillos de 3C tienen una medida base de 50x60x18 y cada uno se realiza con 35 botellas recicladas. Una casa estándar de 60 m2 (dos habitaciones, un baño, cocina y living comedor) tiene un costo aproximado de US$ 25.000.
En cuanto a costos, es un 20% más barato que una casa construida tradicionalmente, ya que hay un fuerte ahorro en commodities como hierro o cemento. También hay un ahorro de tiempo, ya que los ecoladrillos son más livianos y permiten un traslado y ejecución más ágil.
El objetivo de 3C es duplicar año a año la cantidad de construcciones que ejecutan, y a partir de esa premisa buscan consolidarse y lograr que el sistema obtenga legitimidad: “Creemos que después de eso va a haber un clic y vamos a poder lograr acceso a una financiación masiva para este tipo de construcciones”, comenta Cmet. “Hoy en Argentina las financiaciones son pocas y las que existen están orientadas al mercado de la construcción tradicional, creemos que cuando haya un cambio de paradigma va a haber un crecimiento exponencial de 3C”, agrega.
Replicar el modelo. En Mendoza y en Tandil ya se están haciendo las primeras construcciones en base al sistema 3C. “Tenemos aliados en esos lugares que usan nuestra marca y conocimiento para impulsar el sistema. La idea es que haya un 3C en donde esté el problema. Plástico y problemática social hay en todas partes del mundo, entonces en cualquier lugar podría haber un 3C”, comenta Recalde.
Córdoba sustentable. “En materia de sustentabilidad vamos bien, se habla del tema y eso es muy importante. La economía circular ya está en boca de los gobiernos, empresas y de los ciudadanos, hay mucha más información que antes y por eso se está abordando el tema desde todas las aristas y eso me da mucho optimismo”, añade Recalde.