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CóRDOBA
EXTORSIÓN Y APRIETES

A 21 años de la desaparición de Marita Verón, se revela una interna mafiosa entre gremios

José Dantona, el abogado cordobés de la Fundación que encabeza Susana Trimarco, madre de la joven secuestrada en 2002, explicó a PERFIL CÓRDOBA cuáles serían los vínculos entre dirigentes sindicales, una carpeta con fotos del cuerpo de Marita y el Clan Ale.

Susana Trimarco
“QUIERO HALLAR LOS HUESOS DE MI HIJA”. Susana Trimarco, madre de Marita Verón. | Cedoc Perfil

La semana pasada se filtró un dato revelador en el marco de la causa por la desaparición, en 2002, de Marita Verón en Tucumán. A la Justicia Federal llegó una denuncia que mencionó la existencia de una carpeta con fotos del cuerpo de la joven. Ese documento daría la pauta de que Marita falleció, podría haber sido asesinada y de que sus restos estarían en algún lugar de Tucumán.

El juez federal de esa ciudad, Juan Manuel Díaz Vélez, ordenó allanamientos pero, por el momento, la carpeta no aparece. Sin embargo, los testimonios aportados en el expediente judicial ofrecen indicios sólidos del uso extorsivo que se le dio desde varios años atrás en enfrentamientos entre sectores sindicales.

El protagonista que explicaría el vínculo entre esos grupos gremiales y la carpeta es Julio Luna, quien falleció a fines del 2020 por Covid. Hasta 2013, Luna encabezó la conducción del Sindicato de Luz y Fuerza de Tucumán. También fue dueño del Sanatorio Luz Médica, uno de los lugares por donde habría pasado el cuerpo sin vida de Marita. Su esposa, Marta Fernández, y sus hijos rechazaron enfáticamente esa sospecha la semana pasada después del dato revelado por la prensa.

Julio Luna
JULIO LUNA. Falleció a fines del 2020 por Covid.

Luna, además, por aquellos años era presidente del Club BB de básquetbol y tenía ambiciones de presidir el Club Atlético San Martín de Tucumán, dominado por el Clan Ale. Es decir combinaba sus apetencias de poder entre el mundo sindical y el deportivo.

El club de fútbol estaba bajo los dominios de Rubén ‘la Chancha’ Ale (fallecido en junio último) quien pasó de liderar la barrabrava junto a su hermano Ángel ‘El Mono’ Ale, a dirigir los destinos de la institución.

Los Ale son los mismos que fueron condenados en el 2016 por lavado de activos proveniente, entre otras cosas, de la explotación sexual, a raíz de una presentación que hizo Susana Trimarco, madre de Marita.

Una relación de amor y odio, zigzagueante, cruzaron los destinos de Luna y los Ale. “Un vínculo totalmente probado”. Así lo definió ante PERFIL CÓRDOBA, José Dantona, el abogado cordobés que asiste jurídicamente a Susana Trimarco.

Conferencia de prensa Susana Trimarco
CONFERENCIA DE PRENSA. Susana Trimarco junto a sus abogados, José Dantona y Carlos Garmendia, dieron algunos detalles de la nueva revelación.

La extorsión. Se espera para las próximas horas por lo menos dos imputaciones en el expediente que investiga el fiscal federal de Tucumán, Agustín Chit, con intervención del juez Díaz Vélez. Sería por el delito de encubrimiento agravado, porque son personas que habrían tenido conocimiento de la permanencia del cuerpo de Marita en lugares específicos y la existencia de la carpeta con fotos de su cuerpo y no lo expusieron ante la Justicia.

Ese documento habría servido desde hace años para extorsionar a Julio Luna en su afán de captar afiliados de otros dos gremios más pequeños vinculados a la actividad energética.

El sindicato que resistía esa actitud era la Asociación de Personal Jerárquico de Agua y Energía (Apjae). También estaba la Asociación de Profesionales Universitarios de Agua y Energía (Apuaye), que nucleaba a los estamentos ingenieros de la empresa.

Según se presume, un alto dirigente en aquel momento de Apjae, el espacio que representaba al personal jerárquico, tenía en su poder la carpeta con las fotos de Marita. Con ese documento presionó a Luna para que desistiera de su actitud de llevarse capciosamente a sus afiliados. El apriete, al parecer, le dio resultado.

Por un hecho fortuito, explicó Dantona a este medio, “casi como una carambola, la trama saltó este año porque hubo una reunión confirmada, chequeada judicialmente, donde una persona contó, a modo de anécdota y recordatorio a otra, la existencia de la carpeta; entre los presentes, que eran más de 20, un grupo se rehusó a convalidar lo que escuchaban”.

Una persona formalizó la denuncia y se dio participación de inmediato a la Justicia Federal. En síntesis, la presunción actual es que hay fotos de Marita fallecida, que su cuerpo habría estado primero en el Sindicato de Luz y Fuerza y que, ante el proceso de descomposición, lo habrían llevado a Luz Médica.

No se sabe dónde ni cuándo fueron sacadas las fotos. Más allá de las responsabilidades penales de quienes mantuvieron en secreto todos estos datos, la expectativa ahora es encontrar sus restos.

Sanatorio Luz Médica
LUZ MÉDICA. Se presume que el cuerpo de Marita pudo haber sido llevado a este sanatorio después de permanecer en alguna dependencia del Sindicato de Luz y Fuerza.

DOS JUICIOS Y UNA CAUSA ABIERTA

Con la apertura del expediente por la denuncia de la existencia de la carpeta con fotos del cuerpo, se pone en marcha la tercera investigación desde que Marita Verón desapareció, el 3 de abril de 2002, en San Miguel de Tucumán.

Su madre, Susana Trimarco, nunca dudó de que fue secuestrada con fines de explotación sexual.

En 2012 sus captores fueron absueltos pero un año después la Corte Suprema de Tucumán revirtió el fallo y dictó condenas.

Quedó acreditado su secuestro para ser explotada en prostíbulos y se detectó que había sido enviada a La Rioja. “Está probado por ese primer juicio el cautiverio de Marita en La Rioja. Hay testigos presenciales que la vieron a fines de 2003 y a principios del 2004 y reconocieron marcas en su cuerpo no evidentes a simple vista. Eso fue valorado para las condenas. Es cosa juzgada”, subrayó Dantona.

Desde el momento en que desapareció, su madre, Susana Trimarco, ja más dejó de buscarla en Argentina y fuera del país, en España.

En 2016 se inició un segundo juicio contra el ‘Clan Ale’ por la presentación de Trimarco y sus abogados ante la Unidad de Información Financiera (UIF).

Fueron condenados a 10 años de prisión por liderar una asociación ilícita dedicada al lavado de activos de usura, extorsión, explotación económica del ejercicio de la prostitución y comercio de estupefacientes, los hermanos Rubén ‘la Chancha’ Ale y Ángel ‘el Mono’ Ale. María Jesús Rivero, exesposa del primero, recibió sentencia de seis años de prisión