Un reporte de los economistas Jorge Vasconcelos y Guadalupe Gonzalez del Ieral se propuso analizar cómo está impactando en distintos indicadores de la macro la segunda ola de Covid. Destacan, en ese sentido, que el regreso de medidas más estrictas para la circulación de personas y el funcionamiento de negocios y empresas, que tuvo vigencia entre el 22 y el 30 del mes pasado, pegará en la trayectoria del nivel de actividad, aunque los datos preliminares de mayo anticipan que el freno sería menos intenso que el experimentado en marzo de 2020.
Con todo, los analistas sostienen que para el balance del impacto de la nueva ola Covid sobre el nivel de actividad será necesario transitar estas semanas de junio, para constatar que las medidas de restricción mantienen la característica del mes pasado. Y señalan que en caso que junio se parezca a mayo en materia de restricciones, el segundo trimestre podría estar registrando una caída desestacionalizada del PIB cercana al 2,5% respecto del primero, anulando buena parte del rebote del nivel de actividad verificado en el arranque de 2021.
“Así, en junio de este año el PIB estaría volviendo a registros similares a los del cuarto trimestre de 2020. Los datos con lo que se cuenta son parciales y no involucran todas las variables, pero puede estimarse que el consumo de energía eléctrica no residencial cayó en mayo un 2,1% en términos desestacionalizados respecto de abril; la movilidad laboral sufrió en mayo un recorte respecto de los 6 puntos porcentuales, mientras que la recaudación de impuestos asociados al mercado interno descendió 5,3% en moneda constante en mayo respecto de abril, luego de haber caído 1,6% en aquel mes respecto de marzo”, grafican.
Es en ese contexto que se remarca que hay un agotamiento de la recuperación de la demanda y que hay que tener en cuenta que, para los “bienes salario”, el desfase es creciente entre precios e ingresos de los trabajadores. “Y, en otros segmentos de mercado, opera en igual dirección el encarecimiento en dólares de bienes de consumo durable y del costo de la construcción, entre otras opciones de aplicación de los ahorros. Desde octubre de 2020, cuando la paridad dólar/peso superó los 180 en el mercado financiero, el costo de la construcción subió 45,8 % medido en el contado con liquidación y el precio de los cero kilómetro lo hizo un 54 %”.
Finalmente, otra forma de constatar la desaceleración del nivel de actividad es comparar la recaudación de impuestos asociados al mercado interno en lo que va de 2021 en relación a 2019, el año prepandemia. Luego de un marzo que mostró crecimiento de 2,4% en términos reales respecto de igual mes de 2019, en abril se pasa a una caída de 3,7%, para profundizar el descenso a 7,7 % en mayo. “Es un cambio de 10,1 puntos porcentuales de marzo a mayo! El freno en la actividad que surge de estos primeros datos podría estar adelantando que la demanda ya no puede convalidar el ritmo de inflación mensual del 4% en el que se instaló la economía desde octubre de 2020”, sostienen los analistas.