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CóRDOBA
TURISMO EN PANDEMIA

Agencias de viaje vendieron el 10% respecto al verano pasado

"Esta va a ser una temporada de bolsillos flacos", sentenció un referente del sector. Los hoteleros proyectan resultados exiguos: prevén que será la mitad que en 2019-2020.

Temporada floja
MANZANA JESUÍTICA. En alojamientos, Córdoba Capital recibe lo que sobra en las sierras, pero esta temporada no va a sobrar nada. | CEDOC PERFIL

El pasado viernes 1 llegó la fecha esperada por toda la industria turística: se produjo la apertura de temporada para el turismo nacional y regional. Al menos ese fue el anuncio ya que, en los hechos, la dura realidad planteó una situación muy distinta.

El turismo de argentinos en Argentina se ve jaqueado por el rebrote de la pandemia que amenaza expandirse rápidamente, mientras el de extranjeros de países limítrofes está imposibilitado por el cierre de las fronteras, al menos hasta el 9 de este mes.

Vale recordar que el requisito para quienes lleguen a Córdoba es tramitar el Certificado Verano, con lo cual no se exigirá ningún tipo de cuarentena, test negativo, ni seguro Covid para vacacionar en la provincia.

El panorama no es bueno. “En Córdoba vamos a tener una temporada de bolsillos flacos”, sentenció el presidente de la Asociación Cordobesa de Agencias de Viaje (Acav), Gustavo Peralta, quien afirmó también: “No llegamos ni al 10% de reservas respecto al verano 2019-2020”.

“Nosotros vemos muy complicada la temporada”, dijo, y explicó: “En mi caso, con una empresa mayorista que vende muchos viajes grupales y casi nada de individuales, estoy prácticamente parado y creo que nuestro sector será el último en reactivarse”.

Como intermediarios de los servicios turísticos, “los agentes de viaje no estamos tan involucrados en la comercialización, porque los cordobeses compran por su cuenta, de manera individual”, agregó.

En cuanto a la demanda nacional, indicó que tienen poco nivel de reservas por cuanto “nos han quitado conectividad aérea con las otras provincias y para ir a Salta, por ejemplo, tenemos que pasar por Ezeiza, lo cual complica toda la comercialización. Por eso, en líneas generales, tenemos pocas reservas para este verano”, aseguró.

“Este va a ser un verano de bolsillos flacos, de pocas noches. La ocupación de viernes a domingo puede funcionar bien, pero el problema es de lunes a viernes. Me parece que lo que puede funcionar bien es el consumo diario, del cordobés que se va a la mañana temprano y vuelve a la tarde/noche, que va a pasar el día a las sierras, a lo mejor a comer y tomar algo”, estimó.

“Por eso, el sector que mejor se está posicionando y reactivándose es el gastronómico, porque es lo que hace la gente: ir por el día, almorzar o consumir alguna merienda y se vuelve”.

Respecto al turismo cordobés hacia otros destinos nacionales, Peralta indicó que también en ese rubro la demanda ha sido muy poca. Y lo explicó así: “Al mercado masivo cordobés le gusta el mar, pero no quiere ir a Mar del Plata o a la Costa argentina, ese es un mercado muy reducido. El grueso es para el Sur y Nordeste brasileño o Rio de Janeiro, pero Brasil está cerrado por tiempo indeterminado”.

 

Hoteleros

Por su parte, Federico Ricotini, presidente de la delegación local de la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT), estimó que las proyecciones de la actividad son “de entre un 40% y un 50%” respecto a una “temporada normal”.

“En un año normal –señaló– entre diciembre y enero teníamos una proyección de cerrar al 90%, pero hoy lo que se prevé medianamente es la mitad”, afirmó.

Y aclaró que ese nivel de reservas se da “en las localidades más turísticas, podemos hablar de Carlos Paz o Villa General Belgrano o algunos productos específicos, como Pueblo Nativo en Villa Giardino, que según acusan tienen  vendido para enero alrededor de un 50%, algo que no es normal”.

También planteó que es bajo el nivel de pernoctaciones. “El promedio de noches está entre tres y siete. La lectura que hacen los hoteleros de las sierras es que la gente ha tomado mucho cabañas y alojamientos informales, como casas o departamentos que se alquilan”, explicó.

En ese aspecto alertó: “Para nosotros, teniendo en cuenta la pandemia, es mucho más riesgoso eso que ir a un hotel, que cumple con todos los requisitos y protocolos de prevención. La gente piensa que si va a una cabaña va a estar más aislada, pero no es así, porque si no se cumplen todas las exigencias y procedimientos de limpieza y desinfección va a estar más expuesta”.

En cuanto a la demanda en Córdoba Capital, indicó que “la ocupación es más baja todavía”, pero lo relativizó porque “la ciudad en verano vive un poco de lo que sobra en las sierras y en esta temporada no creo que vaya a sobrar nada. También se trabaja con la gente de paso, que viene dos o tres noches, busca hoteles de cuatro o cinco estrellas para visitar la ciudad, comer bien, dar unas vueltas y después irse a las sierras”.

Como ya es tradicional, el origen de los principales flujos de visitantes es

Buenos Aires, ciudad y provincia, y Santa Fe.

La demanda a nivel nacional muestra mayores niveles, sin llegar a índices altos. “En la Costa argentina, por ejemplo, hay un poco más de demanda, y en Bariloche, que fue la primera que abrió en diciembre, después de aquella experiencia piloto que hicieron y les salió muy bien”, aseguró.

“Pero en ninguna zona del país va a ser una buena o excelente temporada –dijo– porque, por ejemplo, el Norte e Iguazú tienen el gran problema que se han quedado con pocos vuelos, nos han quitado la conectividad aérea. No todos están dispuestos a hacer 1.000 km o más en su auto”.

 

PreViaje: la mejor idea en el peor momento

Cuando allá por octubre pasado el Ministerio de Turismo de la Nación lanzó el programa PreViaje con el objetivo de incentivar el consumo de turismo interno y con la propuesta de devolución del 50% de lo invertido en forma de crédito para otros viajes o gastos dentro del país, el sector privado le dio la bienvenida con la expectativa de movilizar la demanda ante su crítica situación. El programa finalizó el jueves 31 de diciembre.

Tres meses después, los referentes del turismo como Gustavo Peralta (Acav) y Federico Ricotini (AHT), consideraron que “no tuvo el éxito esperado”.

“El PreViaje –dijo Peralta– es una muy buena idea, pero lamentablemente implementada en un contexto muy difícil, de mucha incertidumbre. Por información de todas las regionales de Faevyt, las ventas no llegaron al 20% de lo que se proyectaba vender”.

“La incertidumbre fue grande, sobre todo cuando Aerolíneas bajó rutas, reacomodó tramos, alteró vuelos y la conectividad de una provincia a otra”, explicó.

“Si hubiera sido en otro contexto, sería una idea fabulosa y podríamos haberla aprovechado muy bien. No fue la solución que necesitábamos para reactivar el sector, pero algo es algo”, sentenció.

Por su parte, Ricotini estimó que “no fue un éxito lo del PreViaje, por lo menos para Córdoba, ya que no hubo una gran demanda en los hoteles. Es una excelente herramienta, pero no ayudó el contexto cuando lo lanzaron, porque cuando apareció el plan la gente seguía con incertidumbre de cuándo iba a poder viajar y recién en noviembre se confirmaron las fechas de apertura”.

Pero explicó que “también hay que entender que Córdoba es un destino muchas veces final, pero también a veces de paso, de mucha gente que viene, está un par de días o pernocta y después sigue viaje”.

Y aclaró: “Lo que pasa todos los años es que la provincia tiene un pick-up de reservas (periodo desde la fecha de toma de la reserva hasta el día de la estadía prevista), los viajeros toman las reservas prácticamente siete días antes de alojarse. Eso brinda una esperanza de que la demanda suba un poco más de lo proyectado, porque la gente no había tomado decisiones y por ahí ahora se siente más cómoda, ve que empieza a funcionar el sistema y decide salir”.

Por último, indicó que “es distinto en la Costa argentina, por ejemplo, que por octubre o noviembre ya tienen índices de reservas altos”.