En duros términos, la vocal de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba, Liliana Navarro, hizo lugar a la recusación planteada por el fiscal federal 1, Enrique Senestrari, en contra de su colega, Carlos Casas Nóblega. El apartamiento se produjo en un expediente que se inició en 2018 cuando Senestrari denunció la desaparición de un sumario de la dependencia a su cargo perteneciente a la causa CBI Cordubensis, la financiera ilegal por la cual ya hubo condenas.
El entonces fiscal –hoy jubilado– Gustavo Vidal Lascano, imputó por ese hecho al empleado Juan Pablo Salvay. Le achacó el delito de “sustracción de elementos de prueba”. Salvay fue reubicado y pasó de la Fiscalía Federal N°1 al área de Derechos Humanos, donde continúa trabajando. El expediente está radicado actualmente en el Juzgado Federal 3 (JF3), a cargo de Miguel Hugo Vaca Narvaja.
El año pasado se le sumaron otros hechos vinculados, que involucran al secretario penal del JF1, Facundo Troncoso. Patrocinado por los abogados Claudio Orosz y Ramiro Fresneda, Senestrari lo denunció con la sospecha de que el funcionario judicial habría conocido medidas probatorias de la investigación a Salvay.
La presunción surgió cuando Troncoso a viva voz –ante otros funcionarios de tribunales federales– habría proferido agravios que incluían amenazas a Orosz.
Luego, Troncoso habría enviado al teléfono móvil del letrado una serie de mensajes cuyo contenido revelaría tareas de inteligencia basada en la búsqueda de antecedentes de causas judiciales, a través del sistema informático del Poder Judicial de la Nación, con el fin de presentar una “lluvia de denuncias” advirtiendo que conocía y tenía pruebas de “todas las cagadas” (sic) que habría cometido a lo largo de los últimos años.
En ese expediente, Senestrari en calidad de querellante, pidió que Casas Nóblega sea apartado haciendo una serie de consideraciones sobre vínculos y complicidades entre Salvay y Troncoso en el entramado de relaciones sociales y de parentescos que hay en los tribunales federales. El juez Vaca Narvaja rechazó la pretensión, el fallo fue apelado y el viernes último, en sala unipersonal, la vocal de la Cámara Liliana Navarro, revocó la resolución del juez de primera instancia.
El fallo. “Considero que las circunstancias particulares del caso dan cuenta de una serie de razones serias y concretas susceptibles de generar un temor objetivo –fundado y razonable– de pérdida de objetividad por parte del fiscal Casas Nóblega”, aseveró la magistrada.
Analizó expresiones usadas por el fiscal recusado durante la audiencia en que se trató la recusación. “Señaló, al referirse al Fiscal Federal Enrique Senestrari, que el querellante se comió al colega”; “que aquí se estaba defendiendo de un colega”, y que “intentó hacer humanamente lo máximo que ha podido respecto a él y sus conflictos humanos con los tribunales”.
Navarro cuestionó las aseveraciones porque revelan “la errónea perspectiva que tiene el nombrado de la presente investigación en cuanto no logra situar al fiscal Senestrari en su carácter de particular damnificado del delito que se investiga en los presentes, y su rol de querellante”.
Y agrega: “Como si la instrucción que tiene a su cargo se tratara de una simple confrontación entre colegas por motivos funcionales y/o personales”. “Se puede interpretar que considera a estas actuaciones, más un conflicto interno que una investigación judicial, en la que él mismo haría las veces de componedor o mediador (no de fiscal), expresiones que reitera en más de una oportunidad en el transcurso de la audiencia”, subrayó Navarro.
Senestrari –continúa la vocal– relató conversaciones con Casas Nóblega en las que este le aconsejó que terminara la “guerra estúpida” y en las que refirió diálogos con “Facundo y Ricardo” refiriéndose al secretario Troncoso y al juez Bustos Fierro, manifestando un trato de confianza. “No fueron negadas ni refutadas por el doctor Carlos Casas Nóblega ni durante la alocución del querellante ni al término, cuando le fue concedida la palabra por el doctor Vaca Narvaja”, notó la camarista.
Recuerdos de otra imputación. La sentencia del tribunal de alzada refiere otro caso de alto impacto en los tribunales federales: la promoción de acción penal que firmó Casas Nóblega en contra de quien era presidente de la Cámara Federal, Ignacio Vélez Funes, en 2021. El propio fiscal trajo a colación el caso durante la audiencia señalando que no le faltó valor para imputar a alguien con poder.
“En definitiva, su decisión de imputar a Vélez Funes o cualquier otra persona se supone que es conforme a derecho, es el resultado de su deber como fiscal si existen los elementos suficientes para justificar fundadamente tal decisión, sin que ello constituya una cuestión de valentía o coraje sino del cumplimiento de las obligaciones fijadas por la propia Constitución Nacional”, le reprochó Navarro a Casas Nóblega.
Además, hizo notar la rapidez para imputar al camarista Ignacio Vélez Funes, mientras que no tuvo la misma agilidad para investigar el expediente Salvay desde que asumió al frente de la fiscalía, a mediados de 2020. Opinó que aquella pesquisa estuvo teñida de “irregularidades” y reprodujo tramos de la resolución de alzada que desvinculó totalmente a Vélez Funes de las acusaciones, donde se hizo mención a la citación como testigo del mismo funcionario luego denunciado por Orosz: Facundo Troncoso.
“Encuentro sugestivo el contraste que se observa entre el empeño mostrado en aquella oportunidad y la escasa o nula iniciativa del representante del Ministerio Público Fiscal ante los insistentes requerimientos del querellante particular y de las numerosas pruebas que se van incorporando a la causa –finalizó–, sin que se adviertan medidas concretas tendientes a dilucidar los nuevos hechos delictivos denunciados en contra del inculpado Salvay y del secretario Penal”.
CASAS NÓBLEGA RESISTIRÁ
El fiscal federal, Carlos Casas Nóblega, anticipó a PERFIL CÓRDOBA que se presentará un recurso en queja a la Cámara Nacional de Casación Penal. Tildó a la resolución de la camarista Liliana Navarro como un “mamarracho jurídico” y dijo que no le sorprendió en absoluto.
“Vamos a ganar la casación” señaló y agregó: “Iremos a un tribunal verdaderamente imparcial”.