Aseguran que Vigo decidirá quién es candidato a viceintendente de Córdoba
En el peronismo todavía no se definió quién será candidato a intendente de la ciudad de Córdoba, pero ya se sabe que la senadora nacional Alejandra Vigo tendrá un rol central para definir quién completará la fórmula para el Palacio 6 de Julio.
Día a día se suman nombres propios, algunos fogoneados por el propio PJ y otros surgidos de la imaginación de algunos. En los últimos días volvió a correr fuerte la versión que dice que, si finalmente no es postulante a intendente, el titular de la Agencia Córdoba Deportes, Hector ‘Pichi’ Campana podría ser aspirante a vice. Su nombre, se dice, no contaría con mayor oposición porque se trata de un dirigente de confianza del schiarettismo y del PJ Capital.
También se menciona a la ministra de Promoción del Empleo y la Economía Familiar, Laura Jure, y a Raúl La Cava, secretario de Políticas Sociales de la Municipalidad de Córdoba. Los dos últimos también son del riñón de Vigo.
Aunque sin militancia en el PJ viguista, la lista sigue y es conocida por toda la política. Puede mencionarse a Marcelo Rodio (secretario de Transportes), Victoria Flores (titular del Coys), el legislador Juan Manuel Cid (llaryorista, que en los próximos días relanzaría su campaña a intendente) y Juan Domingo Viola, secretario de Participación Ciudadana.
Llaryora, junto a Rufeil, preparan agenda por Colón
El intendente Martín Llaryora se reunió el jueves pasado con su par de La Calera, Facundo Rufeil. A su paso por la ciudad vecina de la Capital, Llaryora mantuvo diálogo con su par ultraschiarettista en el plano de la gestión, pero también se habló del escenario político electoral.
En lo que respecta al Ente Metropolitano, ambos mandatarios analizaron lo que se viene realizando y los planes a futuro, a encarar en conjunto de las ciudades del Gran Córdoba.
En el plano político, Rufeil le ratificó el apoyo a Llaryora y avanzaron en el diagrama de la agenda de visitas –en principio para febrero o marzo– del candidato a gobernador del PJ a La Calera y otras localidades de Colón, siendo este el segundo departamento más poblado del territorio cordobés.
Rufeil y su tropa se mostraron conformes al término de la reunión con Llaryora. Destacaron el paso del intendente capitalino y postulante a la gobernación por territorio calerense y valoraron su “compromiso” con el Ente que resulta “fundamental” para Rufeil, ya que su propósito es llevar adelante obras que serían muy difíciles de hacer de manera individual para el municipio.
Re-re: intendentes de capa caída
En el grupo de jefes comunales radicales sigue el enojo por haberse caído la re-reelección. En cambio, entre los peronistas, hay ‘silenzio stampa’. Algunos advierten que el candidato a gobernador del PJ pasó con ‘la llaryoreta’ en su operativo contención y promesa de sumarlos a su futuro gabinete provincial.
Antes del receso de verano, el alineamiento variopinto de intendentes afectados por el cepo de la ley 10.406 había acordado reunirse en la última semana de enero para analizar el escenario a partir del anticipo que hiciera el legislador Orlando Arduh (JxC) de que en febrero próximo presentará el proyecto de ley para su debate en la Unicameral.
Hasta donde se sabe, no hubo tal reunión y tampoco un pronunciamiento ante la iniciativa del parlamentario cambiemita; sí hubo diálogos individuales, pero no se vislumbra una movida como la del año pasado. Pareciera ser que los intendentes están de “capa caída y tiraron la toalla”, dijo un dirigente político que estuvo muy al tanto de la avanzada que protagonizaron en 2022.
Hay reducidas expectativas de que prospere el proyecto de Arduh, pero sí advierten voces de jefes territoriales que observarán con atención el debate que se dé en la Unicameral. “La clave en torno al fogoneo de la iniciativa del radical cambiemita está en manos de los intendentes”, dicen cerca del jefe de la bancada de Juntos por el Cambio.
Por lo pronto, algunos peronistas estudian la posibilidad de seguir los pasos de su par marcosjuarence, el macrista Pedro Dellarossa, es decir, ir como primer concejal y poner a la cabeza de la boleta local a un delfín político. Es una de las acciones que se barajan, pero no hay definiciones concretas.
Casado volvió al ruedo y sus declaraciones generaron polémica
El concejal peronista Diego Casado lanzó su candidatura a intendente hace unos meses pero luego bajó el perfil o su movida perdió alguna consideración. Sin embargo, en los últimos días volvió a la carga y fue muy crítico con algunos de los anotados para la Intendencia de Córdoba por el justicialismo. Concretamente, dijo que hay que fijarse bien porque pueden aparecer carpetas incriminatorias.
No hizo nombres ni aportó pruebas, pero en el peronismo muchos se inquietaron y pusieron el grito en el cielo porque consideraron que tal definición “lo único que persigue es dañar las chances del peronismo en la ciudad de Córdoba”.
Ciertas voces salieron a pedir prudencia porque consideran que como no hay nada definido aún, lo que se diga o deje de decir puede resultar peligroso.
Los radicales díscolos le apuntan al presidente de la UCR
El radicalismo de Córdoba viene cuestionando con dureza al grupo de intendentes de la UCR que mantienen muy buenas relaciones con el gobierno schiarettista. Concretamente, le enrostran especialmente a la intendenta de Juárez Celman, Myrian Prunotto, su acercamiento al gobernador Juan Schiaretti y al intendente de Capital, Martín Llaryora. La voz cantante de los críticos fue el negrista Marcos Carasso, presidente del Comité Provincia.
Sin embargo, hace unos días se difundió una foto de una reunión gastronómica en La Calera, en la que compartieron la mesa dirigentes de Juntos por el Cambio, entre los que se encontraba Carasso, con el exministro de Economía, Domingo Cavallo. “¿En qué quedamos? La critican a Myrian porque se reúne con Schiaretti, pero el presidente de la UCR se sienta con Cavallo. Hay que medir siempre con la misma vara…”, se quejó amargamente un dirigente alineado con la intendenta.
Enojo en la tropa policial por retiros y sanciones con distinta vara
En los últimos días se conoció que fue licenciado de su cargo el director general de Gestión Administrativa de la Policía de Córdoba, el comisario general Darío Gaitán. Según el Sindicato de Policías y Penitenciarios, “habría gravísimas irregularidades en el área que podrían configurar delitos”.
Se puede decir que la misma vara –licencia y posterior retiro sin ningún tipo de sanción– se aplicó a otros altos jefes. Uno es harto conocido: Gonzalo Cumplido, que llegó al rango de comisario mayor y fue investigado en el caso del crimen de Blas Correas. El otro es un jefe sospechado de acosar sexualmente a una compañera. Se omite su nombre por el tipo de acusación. Aducen, también, que esas licencias no son registradas y cuando llega el retiro se cobran millones de pesos como si no las hubieran gozado.
Hay bronca. En los tres casos los beneficiados son altos mandos. Distinta fue la sanción aplicada a dos policías rasos. Directamente los suspendieron (cobran menos sueldo) por ver un partido de Argentina en el Mundial de Futbol. “Y se trata de una falta, no un delito”, protestan.
Llaryora, ‘guitarrero’ de festivales
El histórico dirigente radical Miguel Nicolás lanzó su mordaz crítica contra el aspirante oficialista a suceder en el cargo a Juan Schiaretti. A sus aliados socialistas, Martín Llaryora les prometió volver el año que viene al Festival de Cosquín como gobernador.
Los dichos del peronista dispararon la chanza del exlegislador y actual secretario del Comité Provincia UCR.
“Llaryora repite que va volver al Festival de Cosquín el año que viene. ¿Estará por conformar un conjunto folclórico para reemplazar a Los Nocheros?”, se le escuchó decir al radical, al tiempo que remarcó: “Porque de guitarrear sabe mucho…”.
