En la jornada de ayer, cientos de personas marcharon en Río Tercero para pedir respuestas por la voladura de la Fábrica Militar. La explosión ocurrida el 03 de noviembre de 1995 que dejó un saldo de siete muertos y más de 300 heridos, aún permanece en las retinas de sus habitantes que cada año renuevan su pedido de justicia.
Fabián Menichetti, es una referencia ineludible a la hora de la hablar del tema. El periodista es autor de los libros "Noviembre" (1997) y "Esquirlas de Noviembre" (2011), en los que detalla aspectos desconocidos de aquélla fatídica mañana. En diálogo con PERFIL CORDOBA, Menichetti habló del caso que conmocionó a un país y que aún aguarda respuestas.
“Río Tercero fue una ciudad bombardeada. Fue víctima de un ilícito por un complejo entramado internacional en donde estuvo involucrado el gobierno. Hay funcionarios estatales involucrados y sin dudas es una de las páginas más oscuras del país”, define contundente el investigador. “Hasta el día de hoy hay gente que sufre el escuchar una puerta cerrase con violencia. Bombardearon un pueblo. Hubo barrios arrasados y la explosión se escuchó a 100 kilómetros de distancia. No se si la sociedad en su conjunto comprendió la gravedad que tuvo este hecho en la historia contemporánea argentina. Estamos hablando de una ciudad bombardeada por un hecho de corrupción
-¿Cuál es la situación actual de la Fábrica Militar de Río Tercero?
A 23 años, la situación aún es muy compleja. Hay una total impunidad y hasta el momento solamente fueron condenados 4 militares por el Tribunal Oral Federal número 2 de Córdoba, por estrago doloso por muerte agravada. Más allá de la condena, esa sentencia dejó un paso importante y es que los jueces cordobeses dijeron que fue un hecho intencional, un atentado para borrar pruebas de la venta de armas a Croacia y Ecuador. En definitiva que no fue un accidente.
-¿Cómo tomó Rio Tercero la absolución de Menem en la causa por la venta de armas?
Justamente en la marcha de este sábado en Río Tercero se pidió por tres ejes fundamentales. El primero es el repudio a la absolución de Menem en la causa armas. Carlos Menem fue el máximo responsable político del gobierno en aquel momento y ahora fue absuelto en una causa que está íntimamente relacionada a lo que ocurrió en Río Tercero. El segundo eje es el pago inmediato de las indemnizaciones por lo ocurrido en 1995, lo cual es una ley que ya está reglamentada por el Ejecutivo y se están emitiendo los certificados. Por último se pide por la reactivación de la Fábrica Militar. La situación económica guarda parecidos con lo ocurrido en los 90 antes de la explosión.
-¿Cómo es eso?
El contexto de los 90, momento en que se produce el atentado, se dio en un momento de muy bajo presupuesto para la fábrica donde se habían producido muchísimos despedidos, cesanteados y un año después del atentado, en 1996, fueron despedidos 400 trabajadores bajo el mote de reconversión laboral. Por momentos quisieron poner a la fabrica como la victimaria, pero en realidad fue la víctima.
-¿Los despidos de este año complejizan aún más el tema?
Absolutamente. Desde el punto de vista laboral y productivo es muy complejo, sobre todo con estos despidos de los últimos tiempos. En una ciudad como Río Tercero que tiene 55 mil habitantes, lo siente mucho. Hubo 25 despedidos el año pasado y 59 más en estos últimos meses. Son despidos que impactan en el circuito económico local y no se sabe que puede pasar de cara al futuro. Río Tercero es lo que es por su Fábrica Militar. Además genera la llegada de otras industrias que la proveen a la misma o que tienen algún vínculo con ella. Muchos de nosotros no viviríamos en Río Tercero, sino estuviera la fábrica que provocó la llegada de empresas satélites como Atanor, Petroquímica, entre otras. De cara al futuro esperamos que paren los despidos y la fábrica logre atravesar esta difícil situación.