Los cordobeses tenemos nuevo esquema de recolección de residuos desde ayer con la puesta en marcha del servicio que divide a la ciudad en tres: la zona norte para Urbacor (UTE compuesta por Transporte Olivos y Cotreco), la zona sur para Lusa y la zona centro para Logística Ambiental Mediterránea (LAM), el grupo vinculado hasta principios de este año a Nicolás Caputo, el amigo íntimo del presidente Mauricio Macri.
Con dos meses de retraso, el servicio que debía ponerse en marcha el pasado 1 de octubre recién vio la luz ayer y fue presentado el viernes en el Parque Sarmiento por el secretario de Servicios Públicos del Municipio, Pablo Farías, en un acto que contó además con la presencia de Mauricio Saillén, líder del Surrbac, el sindicato de los recolectores de residuos en Córdoba.
Precisamente, la continuidad del convenio de este gremio fue una de las discusiones durante los debates que se llevaron a cabo en el Concejo Deliberante y el viernes fue el propio sindicalista el encargado de asegurar a PERFIL CORDOBA que iban a seguir enmarcados todos los trabajadores dentro del Surrbac y no en Camioneros, como se especuló en algún momento.
El contrato tendrá vigencia hasta 2027 para las tres compañías, y el costo mensual será de 235 millones de pesos, monto al que se agregarán unos 160 millones de pesos extra del costo del barrido a cargo del Ente de Servicios y Obras Públicas (Esyop). Por lo tanto, el costo final del servicio se ubicará cerca de 400 millones de pesos mensuales.
Lusa prestará el servicio desde el río Suquía hacia el sur -antes lo hacía en la zona norte-; LAM se quedará con el centro, además de los barrios Güemes, Nueva Córdoba y parte de Alberdi; mientras que Urbacor cumplirá con la prestación en la zona norte de la ciudad.
Cautela oficialista. En el Municipio reconocen que no habrá cambios en profundidad de la noche a la mañana en un servicio que se convirtió en uno de los problemas centrales de la gestión de Mestre en los dos mandatos. En el primero, con el final de la CRESE; y en la segunda gestión, con una extensión de los plazos para Cotreco y Lusa, hasta los enfrentamientos con el gremio, y la confrontación que salió a luz entre los empresarios cordobeses y la propia gestión municipal. Todos -funcionarios, empresarios y sindicalistas-, denunciados penalmente por la concejala Laura Sesma.
Al respecto, y sobre las críticas de todo el arco opositor, Farías señaló: “la oposición con justicia señaló errores de la recolección de residuos y nosotros con respeto pedimos disculpas porque la recolección en los últimos 30 días no fue la mejor. Pero eso no me impide tener una felicidad por el nuevo sistema que pretende ser muy superior, con un mejor marco para controlar a las empresas y porque tenemos empresarios con experiencia en gestión de residuos urbanos. Demostrado con éxito en otras jurisdicciones y por el compromiso de los trabajadores”.
En este contexto, desde el Palacio 6 de Julio apuestan a que el servicio pueda cumplirse con el 100% de efectividad recién en 120 días.
No obstante, la otra mirada optimista del Municipio es el cambio cultural para el nuevo esquema que tendrá recolección diferenciada y la instalación de 500 nuevos contenedores en toda la ciudad, ubicados por el momento sólo en el centro y barrios cercanos.
Sobra la recolección diferenciada se definieron cinco tipos de desperdicios: secos, húmedos, verdes (poda), escombros y voluminosos; y se hará un día a la semana en zonas sur y centro; y seis días en la zona centro. En tanto, la recolección convencional en las zonas norte y sur contarán se hará seis veces por semana; mientras que la zona central tendrá tres recorridos diarios.
Críticas de la oposición
El lanzamiento contó con las críticas de la oposición a un nuevo esquema que cumplió ayer con su primera jornada en la ciudad, pero que estaba previsto lo hiciera el 1 de octubre pasado. Uno de los más enfáticos fue el concejal David Urreta del bloque Vamos que conduce Tomás Méndez, quien señaló a PERFIL CORDOBA. “Se llamó a licitación y entraron las mismas empresas que estaban antes, además de Solvi, y a las cuales no se les cobró un peso desde el Municipio para accedieran al proceso licitatorio”, señaló.
Urreta agregó además que “es un sistema precario” y que “(Ramón) Mestre se lo sacó a CRESE para dárselo a las empresas, mismas firmas a las cuales el intendente acusó de precarizar los contratos y que continuarán ahora con el nuevo esquema”. “Además es un servicio que a los cordobeses nos saldrá 660 mil pesos por hora”, concluyó Urreta.
En tanto, desde el peronismo, Nadia Fernández dijo: “arrancaron mal. Arrancaron pidiendo disculpas y pidiendo tiempo, es una vergüenza. El sistema es deficiente y nada cambiará estructuralmente porque no hay una política integral de residuos, solo un contrato millonario que empeña a los cordobeses por 10 años”.
La socialista Laura Sesma, por su parte, volvió a criticar el jueves pasado la continuidad del convenio del Surrbac y habló de “imposiciones” del gremio al intendente Mestre.