Cómo se detectaron las amenazas de muerte a la familia de Sergio Massa

En dos expedientes separados se investigan graves hechos enmarcados en el proceso electoral que culminará con el balotaje de este domingo. Por un lado las presuntas amenazas de muerte a la familia del candidato oficialista de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, y por otro, las sospechas que lanzó el líder de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, respecto a posibles irregularidades en el traslado de urnas por parte de Gendarmería Nacional, lo que generaría condiciones de fraude electoral. Ambas cuestiones son objeto de investigaciones judiciales en los tribunales de Comodoro Py y se encuentran bajo las directivas de la jueza María Romilda Servini.

Las intimidaciones que recibió Malena Galmarini, esposa de Sergio Massa y funcionaria de la empresa Aysa, y sus dos hijos fueron denunciadas el 3 de noviembre. Inmediatamente la Policía Federal Argentina (PFA) comenzó una investigación a través del Área de Cibercrimen y el Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista

El viernes pasado se realizaron allanamientos en Córdoba, Chaco y Buenos Aires donde fueron detenidas cuatro personas. Los aprehendidos en nuestra ciudad son Fredy Mauricio Mendoza Michel y Enzo Matías Mena, éste último oriundo de Colonia Caroya. Colaboraron en el Operativo las Dependencias Federales de las Provincias de Córdoba y Chaco (DUOF) y, según se informó, lograron el secuestro de todos los dispositivos utilizados en la maniobra, teléfonos y computadoras.

Las amenazas ocurrieron en las redes sociales de Instagram y Tik Tok. Siguen analizándose más de 20 perfiles que también habrían publicado información sensible relacionada a Massa y su entorno familiar. Uno de los mensajes partió de la cuenta de Twitter @actinotropismo y decía: “Pelotuda de mierda, se van a morir vos y el hijo de mil putas de Massa”. El mismo usuario, a continuación expresó: “El pueblo va a cobrar venganza de lo que nos hicieron”.

Galmarini también denunció haber recibido un correo electrónico con advertencias dirigidas a ella diciéndole que la iban a matar para hacer “la limpieza que nuestra Nación necesita”. En otro tramo, la misiva incluía un ataque a todos los diputados, senadores y jueces y señalaba que se reinstauraría el Proceso de Reorganización Nacional 1976-1982, con consignas verbales referidas al régimen nazi.

Sospechas genéricas. La jueza María Servini, además, abrió otro expediente para investigar las denuncias en redes sociales, discursos y entrevistas que realizó el candidato de LLA, Javier Milei, respecto a posibles irregularidades en el traslado de urnas por parte de Gendarmería Nacional.

En la Fiscalía Federal con competencia electoral de Ramiro González, declaró el viernes último el apoderado de LLA, Santiago Viola. Lo primero que pidió en su testimonial es que no sea citada a declarar Karina Milei porque “no posee ninguna información que pueda agregar, más allá de aquello que yo pueda declarar en esta oportunidad”.

Luego aclaró que el escrito elevado ante el Juzgado Electoral “no se trató de una denuncia sino de una presentación efectuada con el objetivo de que se extremen los recaudos en el traslado de urnas”. Y explicó que sólo se tomaron comentarios de usuarios de redes sociales. “Quiero aclarar que no hemos denunciado el accionar de ninguna de las fuerzas de seguridad –sostuvo en su declaración–, que confiamos que se extremarán los recaudos de cara al 19 de noviembre y esperamos que los comicios se desarrollen con normalidad”.

Las pruebas de Karina Milei para hacer la presentación que suscribió días atrás, consisten en tres capturas de pantallas de redes sociales.

Viola también fue consultado sobre si LLA impugnó algún resultado o pidió la apertura de alguna urna en las instancias electorales previas, las PASO de agosto y las generales de octubre. El letrado negó tales circunstancias. Acotó que solo hubo “una presentación en Formosa sobre el escrutinio definitivo, donde la Justicia nos dio la razón”.

Por último señaló que “en la categoría Presidente que es distrito único no se presentó ninguna” impugnación. La testimonial del apoderado relativizó en todos los términos las sospechas de posibles irregularidades.