“¿Alguno considera o cree que está mal que el gobernador o quién habla se hayan vacunado? ¿Alguien duda de cómo gestionó este Gobierno la pandemia?”. Con estas dos preguntas, y visiblemente molesto, el vicegobernador Manuel Calvo abrió la reunión de labor parlamentaria el miércoles pasado ya en horas de la siesta, en un clima de marcada tensión por cómo se filtraban datos de vacunados, listas de ‘personal estratégico’ y críticas de un sector de la oposición que lucía obsesionada en comparar lo que había ocurrido en Córdoba con lo que pasó en la órbita del Gobierno nacional.
La respuesta por parte de la oposición a esas dos preguntas de Calvo fue el silencio inmediato. Sin embargo, después y a raíz del debate que se originó en esa conversación previa a cada sesión, que para muchos debe ser sagrada, volvieron los cruces. Pero ya no solo desde ese sector del arco opositor al oficialismo provincial, sino también entre los propios referentes de las bancadas disidentes.
Cierto es que, después de una semana que fue tensa, todos buscan bajar la intensidad del fuego amigo que también tuvo su episodio en Córdoba. “Tal vez no con el calibre de la munición de Buenos Aires, pero sí. Hubo mucho de eso”, reconoció a PERFIL CORDOBA un peronista que conoce el paño.
Una carrera que ya se corre. “Hay tres resortes del Estado en Córdoba que contienen la información sensible en este momento: Comunicación, Salud y Desarrollo Social. Se cruzan esos datos, sale información de gente que está adentro y listo”, reconoció un dirigente del peronismo preocupado después de una reunión hace unos días y en horas de la noche.
Por todo esto es que en el peronismo varios se miran de reojo desde la semana pasada, cuando empezaron a filtrarse los datos. De hecho, dirigentes peronistas de peso aprovecharon encuentros y charlas personales para filtrar quiénes dentro del Gobierno ya se habían vacunado. Incluso, estando ellos vacunados, llegaron a nombrar a funcionarios de primera línea a los cuales ya se les habían colocado dosis de Sputnik V.
El martes fue el día más convulsionado de la semana en la interna PJ. Después de los nombres a los que había apuntado el legislador radical Marcelo Cossar cuando arrancó el escándalo, la lista que dio a conocer el propio parlamentario junto a la legisladora de la Coalición Cívica, Cecilia Irazusta, el martes por la mañana le pegó al seno de la sucesión PJ en la provincia.
Concretamente, más de un dirigente y funcionario cercano al intendente Martín Llaryora, sospechó del arranque del fuego amigo. “La amplia mayoría de esa lista, están vinculados con Llaryora. Son muy pocos los que no tienen cercanía con él”, indicó a este diario un funcionario provincial que trabaja en el llaryorismo desde hace años y sospecha de los altos despachos legislativos por la filtración de datos.
Tras esa revelación de datos ese mismo martes por la tarde acudió al Palacio 6 de Julio el legislador provincial y presidente provisorio del cuerpo, Oscar González. De quién se sabe, ya fue inoculado al igual que, entre otros, su nieto, Matías González, como contó PERFIL CORDOBA el domingo pasado.
La visita poco usual de González a la Municipalidad se produjo el martes por la tarde, después de la publicación de la lista con varios nombres vinculados al llaryorismo; y previo a que trascendiera que Calvo, los ministros Alfonso Mosquera (Seguridad), Sergio Busso (Agricultura) y Carlos Massei (Desarrollo Social), también se habían vacunado.
“Hay algunos que están inquietos con una carrera que se va correr en unos años, no ahora”, soltó un dirigente en torno la desconfianza por la que transitó el PJ esta semana.
En la oposición, también. Sin embargo, el fuego amigo no fue propiedad exclusiva del oficialismo en Córdoba. En la oposición, también varios se desconocieron en reuniones legislativas y en los gestos.
Aquellos que hablan con Cossar hace semanas, sostienen que repite: “estoy solo en esto”, y sobre ello, en el radicalismo reconocen que es así. De hecho, desde la cúpula de otros partidos admitieron un contacto con el presidente de la UCR provincial, Ramón Mestre, para saber si se activaba una movida conjunta de Juntos por el Cambio en contra del accionar de la Provincia y sostienen que la negativa fue tajante.
Es más, dentro del radicalismo, aseguran que Cossar “está cortando el listado para mantenerse en agenda” y algunos afirman que él tiene acceso a la información porque “el oficialismo sabe hasta dónde puede pegar. Lo puede controlar”, sostuvo un dirigente de la UCR.
De hecho, también hubo diferencias entre los que denunciaron mediáticamente desde la Legislatura y aquellos que lo hicieron vía Tribunales Federales, como el diputado Luis Juez y el senador Ernesto Martínez del Frente Cívico.
Lo que viene. A propósito de esto último, en la Provincia se mantienen firme en no dar a conocer el listado de quiénes se vacunaron. Y hasta creen que la Justicia federal también está buscando que se calmen las aguas. “Se sabe que hay en el Palacio de Justicia y en Tribunales federales que fue vacunada…”, señalaron desde la Unicameral.
Mientras, esperan más llegadas de dosis para seguir vacunando y que pase el temblor…
