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ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS

Cultura

1-11-2020-Logo Perfil
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La “masa” de un panadero no es la “masa” a la del albañil, y ninguna de estas es la “masa” a la que se refiere el profesor de física. La polisemia, en lingüística, se presenta cuando una palabra tiene varias acepciones.

El término cultura tiene muchos significados interrelacionados, es un término polisémico. En 1952, Alfred Kroeber y Clyde Kluckhohn recopilaron una lista de 164 definiciones. En el uso cotidiano, la palabra cultura se emplea para dos conceptos: excelencia en el gusto por las bellas artes o humanidades y los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social.

La historia humana creció en la cognición de lo preexistente (el cosmos) y en la herencia biológica (los genes); la aventura del conocimiento dirige hoy a la conciencia, hacia el futuro.

La redefinición del concepto de cultura lleva ya más de tres décadas. Los dos grandes grupos, las ciencias exactas y naturales por un lado y las ciencias humanas por otro, se alimentan mutuamente. Los métodos podrán ser distintos, pero en lo intuitivo, ambos grupos, coinciden.

Como ejemplo, la física cuántica y la mística: el físico ruso, nacionalizado belga, Ilya Prigogine, encontró apoyo en el filósofo francés Henri Bergson para la teoría sobre las estructuras disipativas, en física molecular. Tradicionalmente, la ciencia refutó a la religión y a la metafísica; no obstante, el examen de la vida de los científicos revolucionarios de nuestro tiempo, (Einstein, por ejemplo), lleva a descubrir su profunda religiosidad.

El diálogo entre la ciencia y las “humanidades” es el rasgo característico de la cultura actual; el individuo “universal” es el protagonista. Se trata del nuevo ser que considera que el rechazo del “otro” es una locura. Recupera, además, lo mejor del hombre arcaico.

Argentina y su fatalidad. A diferencia de la creencia, la fatalidad del destino no significa un terrible final. Significa que el destino es inevitable. En nombre de esa fatalidad, las corporaciones, el estado hipertrófico y la intelectualidad débil, nos han paralizado. En este estadio, ¿cómo instalar la neocultura, la que rescata la humanidad del hombre primitivo?; ¿cómo instalar la cultura “conjuntiva” moderna?

Luce imposible revertir el etnocidio en curso. En ese caso pensar en la tranculturación es una quimera ya que la pérdida parcial de una cultura precedente y la creación de una nueva, supone la existencia de la primera. ¿Hay que admitir el concepto de Juan José Sebreli, en el sentido de que la Argentina es un país que sale de las crisis yendo hacia más abajo? ¿Se sale de las crisis pero quedamos cada vez siendo inferiores?”

No está en mis genes la conducta de bajar el estandarte: me niego a vaticinar el futuro y a vivir el pesimismo de la fatalidad trágica. Por eso escribo sin ser escritor y canto sin ser músico.

Gestor de patrimonios financieros y Contador Público
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