El lunes pasado se presentó en Córdoba el libro Qarashe, Biografía de un líder indígena, donde la periodista cordobesa Aracely Maldonado refleja la vida de Félix Díaz y retrata la lucha de uno de los pueblos originarios de nuestro país.
En diálogo con PERFIL CORDOBA, el líder de la comunidad ubicada en Formosa habló sobre su lucha, las relaciones con los gobiernos y la escasa integración de su comunidad en nuestra sociedad, en relación a otras partes del mundo.
—Su rol de líder le ha dado la oportunidad de visitar comunidades fuera de nuestro país ¿Cómo ve la lucha de los pueblos originarios en otros países en relación a la Argentina?
—Para mí es un placer enorme tener una responsabilidad tan grande de poder difundir el tema indígena. He viajado por distintos puntos del país y también afuera. Pero en los únicos países en los que pude notar la diferencia son EE UU y Canadá, donde hay un trato particular con los pueblos indígenas de esos países.
—¿Mejor?
—Sí. Hay un diálogo y un respeto a esos pueblos indígenas. Por eso están muy avanzados en cuanto a la integración: hay profesionales, científicos, abogados, académicos. En cambio en Latinoamérica no hemos tenido todavía esa presencia indígena dentro del Estado y dentro de la sociedad.
—¿Cómo está la relación con el Gobierno nacional?
—Para nosotros es un gobierno que no puede decidir la política provincial porque las provincias son autónomas; ellos no pueden implementar asistencias a la población indígena porque los recursos los destinan a las provincias y son estas las que manejan los programas sociales para beneficiar a los pueblos indígenas. Y es un tema muy complejo porque la mayoría de los gobiernos provinciales son los que obstaculizan la participación y el desarrollo de los pueblos indígenas.
—¿Y cómo están con el Gobierno provincial?
—Con muchas dificultades. No hay diálogo. Pero tenemos la esperanza de que en algún momento podamos sentarnos y discutir las políticas indígenas con los gobiernos, para poder proponer una salida favorable para ambos.
—¿Cuál es el eje más acuciante sobre el que se asientan sus reclamos hoy?
—Estamos haciendo mucho hincapié en la titularidad de las tierras. Queremos que el Senado y la Cámara de Diputados traten con suma urgencia el tema de la Ley de Propiedad Comunitaria que ya está en manos de los senadores. Necesitamos que empiecen a trabajar para que resuelvan el tema de las tierras porque hay muchas causas que tienen los líderes indígenas, como lo son las causas de usurpación. El mismo Estado la reconoce como una figura preexistente pero detrás de esa figura están las causas judiciales: resistencia a la autoridad, usurpación, daño a la propiedad privada. Entonces el indígena siempre va preso.
—Ante un eventual cambio en el Gobierno nacional, ¿cree que esta lucha se destrabará en las Cámaras?
—Aspiramos a tener un diálogo con cualquier gobierno que asuma. Que empiecen a tomar en serio la política indígena, que entre en la agenda, que no seamos apadrinados por ningún partido político porque tenemos leyes ya vigentes que nos brindan esas garantías de poder tener un diálogo directamente con los gobiernos tanto nacional como provincial.
