En su edición del domingo pasado, PERFIL CÓRDOBA contó las fuertes diferencias que mantenía el ala sanitaria con el ala política de El Panal, profundizadas con el anuncio de levantamiento de restricciones.
Si bien aún existen discrepancias en los criterios de una y otra parte, la tensión parece haberse relajado con las medidas restrictivas informadas el viernes por el gobernador Juan Schiaretti.
“Sentimos que esta vez nos escucharon y hay una interpretación más profunda de la gravedad que vive el sistema sanitario de la provincia”, subrayó una encumbrada fuente sanitaria a este medio, quien también remarcó que ahora todas las miradas estarán puestas en los controles. “Si no tenemos controles, todo habrá sido en vano. Las medidas están, ahora hay que hacer que se cumplan”, agregó.
A la espera de la meseta. Los sanitaristas consideran que con menor circulación los casos pueden llegar a amesetarse, no en el corto plazo pero si en una ventana de tiempo de alrededor de 10 días. La prohibición de reuniones familiares y sociales de todo tipo es la medida más esperada por los especialistas en el tema y también la que más ofuscación había generado cuando se habilitó. Ahora la prohibición está, habrá que evaluar el cumplimiento.
La escolaridad es otro punto en el que se consensuó. Fue uno de los más controversiales e incluía toda una serie de banderías políticas, que fueron dejándose de lado. Córdoba apuesta a la presencia lidad y la opinión compartida es que dentro del colegio es bajo el nivel de contagios. Sin embargo, no ocurre lo mismo con las actividades periescolares. Pero sin la presencialidad, desciende notablemente la circulación en la calle y ese efecto es positivo en varios sentidos a la hora de intentar bajar la movilidad.
Controles. A partir del lunes, los controles tendrán un rol clave. Es una afirmación unánime. Los profesionales de la salud entienden que ante la reticencia de un porcentaje de la población, deberán incrementarse las medidas fiscalizadoras y sus consecuentes acciones punitivas.
En este punto, tendrá un rol clave el ministro de Seguridad, Alfonso Mosquera. Para poder llevar a cabo la tarea, la Policía de Córdoba contará con el apoyo de fuerzas federales como la Gendarmería Nacional, la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). ¿Estarán en la calle pidiendo la App Cuidar? Aún no se sabe en detalle qué rol tendrán a la hora de supervisar el nivel de cumplimiento de las restricciones.
Consultado al respecto, el ministro Mosquera manifestó: “Mantenemos con las fuerzas federales desde hace muchos años un convenio de reciprocidad institucional en el marco del comando unificado interfuerzas. La policía de Córdoba trabajó de manera conjunta y coordinada con la Gendarmería Nacional y la Policía Federal Argentina”.
Mosquera resaltó el buen vínculo con fuerzas de seguridad del orden nacional: “Mantenemos una excelente relación con las autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación y con las fuerzas federales que de él dependen, que tienen asiento en Córdoba”.
Por último, el ministro subrayó que el futuro de la pandemia en Córdoba se asentará sobre tres columnas. “Controles, responsabilidad social y vacunas. Esos son los ejes que marcó el gobernador para superar la pandemia”, completó. En las propias redes sociales del Ministerio de Seguridad de Córdoba se vieron imágenes de los primeros trabajos en conjunto en materia de control, entre fuerzas de seguridad provinciales junto con sus pares nacionales.