Tan solo 19 años tenía Raúl Bicecci cuando andaba corriendo con la cámara al hombro en medio del ‘Cordobazo’. Todo le resultaba nuevo, distinto, vertiginoso, peligroso y al mismo tiempo apasionante. Hacía un año exactamente que había debutado como camarógrafo con motivo del 158o aniversario de la creación del Ejército Argentino. Aquella mañana del 29 de mayo de 1968, en la plaza General Paz, fue muy distinta a la jornada del 29 de mayo de 1969 en la avenida Colón.
Hoy, el ‘Bicho’, con 72 años, vive en Unquillo y está jubilado, pero no retirado. Dice que le picó la nostalgia por hacer algo de eso que tanto le gusta y que hizo toda su vida: registrar con una cámara lo que sucede en Córdoba.
En diálogo con PERFIL CÓRDOBA, Bicecci cuenta detalles de su trayectoria haciendo hincapié en lo que fue el ‘Cordobazo’. Antes de iniciar la charla aclara que algunas cosas no recuerda.
Sin embargo, es una máquina de tirar nombres, apellidos, calles, situaciones, nombres de bares, de dirigentes, periodistas, anécdotas... Es que a través de la lente vio de todo. “Estuve más de 45 años en la calle y conocí a mucha gente”, explica.
“Justo hacía un año que había empezado a trabajar de camarógrafo. Yo había entrado a Cine Press como cadete. Cine Press fue pionera, era de Julio Serbali, un hombre muy conocido en el ambiente. En esa época teníamos dos equipos, uno con una cámara muda, una cámara chica con la que salíamos a grabar por la ciudad, sin cronista y después la llevábamos al canal, la veía un redactor y después se compaginaba, lo que hoy llaman editar: un periodista veía el material, redactaba y el locutor lo relataba al
aire. Y teníamos otro equipo, que era el auricon y con ese salimos ese día. Éramos cuatro: el periodista, Sergio Villarruel; el sonidista, Jorge Marshall; el que suministraba la energía, Carlos Olivera, y yo con la cámara. Cubríamos la parte del centro y nos tocó estar donde quemaban los autos en la Colón. Anduvimos por una casa que también se estaba incendiando en la Santa Rosa”, relata.
Eran otros tiempos para las coberturas. Filmar y mandar el material era todo un periplo. A propósito, Bicecci recuerda: “En momentos, nosotros estábamos filmando y Sergio se iba a un restaurante, pedía el teléfono y desde ahí avisaba lo que estaba pasando. Después descargábamos el material en el chasis, lo metíamos ahí y nos íbamos al aeropuerto para mandarlo. Se lo entregábamos directamente al piloto, poníamos en el sobre ‘gentileza Aerolíneas Argentinas’ y allá, en Buenos Aires, lo esperaba en la pista alguien con una moto y lo llevaba al canal”.
Los recuerdos van y vienen. Por momentos se transforman en lagunas y otros en nostalgia. Confiesa que en esas jornadas hubo un momento que tuvo miedo y fue cuando llegó el ejército y empezó a disparar. También rememora que su papá tuvo miedo y no lo dejó ir al otro día, pero Villarruel le dijo que él se hacía responsable.
Tras esa cobertura histórica, Sergio Villarruel se fue a trabajar a Buenos Aires, el ‘Bicho’ se quedó, al año siguiente le tocó el servicio militar y en 1971 entró a Canal 12, donde se jubiló en 2014.
“El ‘Cordobazo’ fue mi bautismo de fuego. No sé cómo explicarlo, es una cosa de la que no te podés olvidar”, sentencia este grandote de ojos claros que vivió de todo en las calles de Córdoba y pasó desde la TV en blanco y negro al HD.
“A veces extraño y me agarra la nostalgia. Viví de lo que me gusta”.
- “¡Tranquilo, yo soy pueblo como ustedes!”
- “Después de mandar el material al aeropuerto, seguíamos en la calle. Sergio Villarruel nos dijo: hagan algunas imágenes, mientras hago una comunicación. Nos fuimos a la calle Santa Rosa, donde se estaba incendiando una casa de comercio. Prendí la cámara y vino un tipo con un vidrio en la mano, un arma blanca, y me dijo: ‘Si me filmas te lleno la cara de tajos’. Todos se quedaron mudos. Tranquilo, loco, le dije, yo soy pueblo igual que ustedes. Pónganse de espalda y no escrachamos a nadie. No sé cómo dije eso, me nació, pero todo se calmó”, rememora el ‘Bicho’ sobre esos días de agitación en Córdoba, donde recuerda que la gente apoyaba desde las ventanas a los manifestantes.