En sintonía con lo que muestran los datos de empleados y empleadores registrados de Córdoba en los sistemas de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo de la Nación (un crecimiento de empleados, pero una contracción de empleadores, lo que daría cuenta de una mayor concentración de trabajadores en menos empresas), hay informes que remarcan la desigual recuperación que han mostrado las empresas argentinas, según su tamaño.
Los economistas Marcos Cohen Arazi y Lautaro Carranza destacaron en un informe que las empresas más chicas aún están lejos de recuperarse de la crisis del Covid-19.
Señalan que si se considera el empleo registrado en el sector privado, la caída de puestos de trabajo que se dio en el segundo trimestre de 2020 fue bastante diferente si se compara la evolución de micro y pequeñas empresas (Mype) con la de medianas y grandes (Megra). Respecto del primer trimestre del 2020, las primeras tuvieron una caída de 5,1% y las segundas de 2,6%. En niveles de empleo, las Mype perdieron 80.000 puestos y las Megra alrededor de 100.000.
“No obstante, lo que sobrevino fue aún más desigual en términos de desempeño”, marcaron. Mientras las Mype siguieron destruyendo empleo entre el segundo trimestre de 2020 y el cuarto de 2021 (7.600 puestos menos), las Megra consiguieron recuperar su generación de puestos de trabajo y crear otros adicionales (159.000 puestos más).
Y advierten que las Megra alcanzaron una generación de puestos de trabajo 1% superior a la de 2019, mientras que las Mype, que tuvieron una tibia recuperación en 2021, se ubicaron 5% por debajo del nivel de empleo generado antes de la pandemia.
“En general, en periodos de crisis económicas, el segmento Mipyme sufre una mayor contracción que el conjunto de empresas de mayor envergadura. Entre los fundamentos de este fenómeno, existen múltiples causas probables: menores reservas financieras propias para soportar los periodos de crisis, menor acceso al crédito, mayor peso relativo de diversos costos fijos (tanto relacionados con el negocio, como regulatorios), menor capacidad de negociación con proveedores, menor capacidad de trasladar subas de costos al público (generalmente operan en mercados más competitivos), entre otros”, plantean los investigadores.
Finalmente, apuntan que otra forma de ver el fenómeno es analizar la cantidad de puestos creados y perdidos por semana. Así, entre el cuarto trimestre de 2019 y el mismo trimestre de 2021, primeros dos años de la gestión actual, el conjunto de Mype perdió a razón de 690 puestos de trabajo por semana, mientras que entre las Megra se crearon 450 puestos de trabajo semanales, en promedio.